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El pasado día 14 Germán Martínez reapareció en el ámbito público de la manera como mejor despliega sus talentos y recursos: por escrito. Lo hizo en un breve ensayo sobre la libertad y la “servidumbre voluntaria” para lo cual utilizó conceptos del pensador francés Étienne de la Boétie, muerto a mitad del siglo XVI.

No es esta ocasión para analizar el texto desde el punto de vista de sus valores filosóficos o axiológicos. Esta es una columna de prensa no un aula universitaria a la cual muchos deberíamos regresar. Pero sí llaman la atención varias críticas del ex presidente del PAN quien condena algunas conductas hoy practicadas por su “jefe nacional” como los panistas llamaban antes a su líder.

Dice Martínez:

“…El PAN será distinto y distinguible cuando asuma sin complejos que nuestra convicción y apuesta no es la de un Estado fuerte, ni un gobierno frívolo soportado en anuncios y acompañantes de la televisión, sino en ciudadanos libres”.

Más adelante GMC aprovecha la oportunidad y suelta una crítica a sus adversarios:

“El gobierno mexiquense es de lo más antiliberal. ¿Por qué? Porque la frivolidad es la negación de todo valor político. Es la claudicación de cualquier tesis política o rumbo de gobierno a cambio de una imagen. Es el culto al oropel. La alianza del PAN con el PRI en el estado de México hubiera sido la unión con el vacío, con la nada”.

Estas impecables tesis morales asentadas en el campo político suenan de maravilla, sobre todo si se les acompaña de un disco el grupo “Jeans”, especialmente esa inspirada canción cuya letra dice:

“Chico busca chica sin saber/que la chica le busca también,/lejos y a la vez tan cerca, ven, qué esperas./ “Bum bum bum,/ mi corazon late/, bum bum bum/ choco chocolate y es entre azul y buenas noches ya./ Bum bum bum/ mi corazon late,/ bum bum bum/ es un disparate y es entre azul y media noche ya”.

Obviamente la lectura de tan inteligente composición nos remite a la condena de la frivolidad no de las relaciones personales sino de cómo fue divulgada por el Partido Acción Nacional la inscripción de la señorita Patricia Sirvent, cuyo nombre artístico es Patylú y cantante ella de los versos ya dichos. .

En aquella ocasión el presidente Nava propaló su afiliación (en el jardín de la colonia Alamos) con una dosis de orgullo como no tuvo en toda su vida Don Quijote por Dulcinea del Toboso.

“»Ya es oficial», dijo Patylu al terminar de firmar su hoja de registro. «Muy satisfecha me siento de ser parte hoy, de irme acercando poco a poco a este partido que pues bueno… voy cantándole a los niños, se preocupan (¿los niños?) muchísimo por la seguridad de las familias, el presidente Calderón ha encabezado una lucha constante en contra de la inseguridad y simplemente entrando en acción (¡recórcholis!, Batman).

«¡Estoy muy contenta de estar aquí y ya estoy afiliada al PAN!», gritó” (El universal).

En esas fechas (22 de noviembre del 2009) todavía se ignoraba la decisión del presidente de Acción Nacional de firmar un compromiso con un gobierno “soportado en anuncios y acompañantes de la televisión”. Pero algo tendrá el agua si la bendicen. Venga la acompañante de TV para acá.

Pero Germán Martínez –por otra parte–, tiene razón en el referido ensayo (de muy necesaria lectura y archivo), cuando opina de algunos desajustes en el discurso panista.

“El debate interno—dice— esta desgastado y plagado de nostalgias, de frases gerenciales, citas de mercadotecnia y de ocurrencias vacías e incluso, como afirma Enrique Krauze, de dogmas. El PAN requiere más que nunca renovar su palabra.”

Por esa necesaria renovación de las palabras se han cambiado los conceptos por los estribillos y ya no tiene sentido ni siquiera como un acto de memoria reflexionar sobre ideas como ésta de Manuel Gómez Morin, antecedente de la Ley Agraria cuya máxima aportación fue el crédito rural: “la acción agraria, con raras excepciones, pasó de impulso vital a tópico burocrático”.

Hoy los asuntos agropecuarios sean quizá para algunos, una cuestión resuelta mediante el ensalmo musical de cantar con alegría infantil, “La vaca Tomasa”.

“¡Uoo! bailando con Tomasa/ ¡Uoo! la vaca despistada. / Voy a contar la historia de una vaca/ su nombre es Tomasa y es la vaca que canta. / Desde chiquitita en la escuela concursaba/ para ser artista con vestuario de rayas…”

Por cierto la vacuna blusa de Tomasa es blanca con franjas azules…

MERITOS

¿Usted ya escuchó en la radio cómo hablan de sí mismos los perredistas en los anuncios del Comité de Radio y TV del IFE? Nomás se adjudican esta lista de atributos: “…decididos, fuertes, comprometidos, entusiastas, alegres, solidarios, valientes, apasionados, sencillos” y capaces de ver el futuro lleno de esperanza.

Como dijo Camilo José Cela; premio Nobel de Literatura, esos son cojones.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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