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Deliberadamente o no la muerte de la niña Paulette Gebara, ahora con su inevitable componente de violencia intrafamiliar, fue aprovechada como una avalancha televisiva y le cayó por unos días (cortina de peluche negro) como la refrescante lluvia de mayo al gobierno federal. Pero solo por unos días.

Gracias a ella se soslayaron temporalmente la retirada militar de Ciudad Juárez, el aparente fracaso de la “barbacoyera” reforma laboral y algunas cosas más, entre ellas los asesinatos en Tamulipas y también la segunda fuga de reos en un estado donde el gobierno de Eugenio Hernández clama por el auxilio federal ante la presión ejercida sobre su territorio por los combatidos cuerpos de la delincuencia organizada;

Pero otro asunto de medios iba a ensombrecer la pausa en las aflicción es del gobierno: la entrevista de Julio Scherer con el “Mayo” Zambada ya no tuvo el efecto fresco de la primera lluvia. Fue un cubo de agua helada.

Y casi a la par de todo esto, se debe destacar una definición importante del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien confirma algo sospechado por muchos desde hace meses: el problema mexicano no es el narcotráfico; es la pérdida de control territorial por parte del Estado. Así lo manifestó, FGM en una importante conferencia conjunta el jueves pasado en la cual intervinieron además el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández y Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública.

En esa definición casi coinciden en lo esencial Gómez Mont y “El Mayo”: el problema permanente se sostiene la corrupción generalizada y permite la generalización de la violencia en formas asociadas al narcotráfico: secuestros, extorsiones y otras linduras. El asunto del “narco”, por otra parte, opina esta columna, es una presión estadunidense más en la vida mexicana. Ellos necesitan a este país para seguir controlando en los términos de su conveniencia el mercado de las drogas del cual son beneficiarios principales, o como diría alguien, principalísimos.

“…ésta es una batalla –dijo FGFM– por la seguridad de los mexicanos, no es un problema de narcotráfico.

“¿Cuántas veces hay que decirlo?, insistió:

“No es un problema de drogas; es un problema de que no estén secuestrando a la gente; que no estén extorsionando a los comerciantes, que no se estén matando en los centros urbanos. El narcotráfico sólo es un componente menor. Yo no me la tomo que sólo es un tema de narcotráfico.

“Desde 1993 se abandonó el tema del narcotráfico por el de delincuencia organizada, porque es un fenómeno mucho más complejo; es un fenómeno que se representa en el secuestro, en las extorsiones, en los sicariatos (sic), también en los delitos contra la salud, en los asaltos”.

Aquí valdría la pena, sin pretender una polémica con el secretario de Gobernación (yo no soy de la estatura de su vida) hacer un par de precisiones.

Cuando él dice, “esta es una batalla por la seguridad de los mexicanos”, se refiere a la cruzada actual cuya mayor novedad es la intervención del Ejército en la lucha contra los narcóticos y el delito (en ese orden). Por eso hasta en el análisis de la relación con Estados Unidos se habla de cómo se ha “narcotizado” la agenda entre ambos países.

Por tanto, el narcotráfico no es un componente menor.

Si así fuera no habríamos recibido la visita en México de la poderosa delegación militar estadunidense y de la DEA ni habríamos extraditado a EU a casi 100 narcotraficantes como no se hace ni con secuestradores ni con vendedores de partes robadas, ni tendríamos una “Iniciativa Mérida”.

Y segundo: ¿nos podría explicar el significado de la palabra “sicariato”?

Si como algunos suponemos es la “profesionalización de los sicarios”; o sea los asesinos a sueldo, institucionalizarla como si fuera el priorato de una congregación; el decanato de una universidad o el bachillerato de las malas artes, es darle un sentido casi académico o gremial a todas luces inexistente.

Quizá nada más haya sido la apresurada construcción de un neologismo más o menos aceptable. Pero en fin, esas son minucias lingüísticas y por tanto futesas como aquella historia de un ex secretario de Gobernación cuyo “sospechosismo” todavía sorprende nuestras charlas.

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Lo importante ahora también es ver cómo la federación sostiene el compromiso de no dejar solos a los gobernadores, en especial a los de la zona fronteriza.

Si ya se habían desplegado potencias y hombres en Chihuahua, en especial en Ciudad Juárez, donde ahora se ensaya un nuevo esquema con más fuerzas civiles y el Ejército replegado a labores de vigilancia en zonas federales y carreteras, en Tamaulipas la reciente fuga de reos a sangre y fuego, además de otros fenómenos, hacía necesario expresar el compromiso de auxiliar al gobierno estatal.

Por eso en la ya citada conferencia el gobernador Eugenio Hernández (en Bucareli, cuando muchos al estilo de Germán Martínez lo amagaban con la PGR), ha dicho:

“Hemos tenido dos incidentes fuertes: Uno en Matamoros, como ustedes saben, y otro en Reynosa. En el de Matamoros obviamente hay algunos custodios involucrados, porque salieron por la puerta los reos fugados; se está haciendo toda la investigación, hay detenidos, hay investigación y tendremos culpables próximamente.

“En el caso de Reynosa, allí hubo una resistencia férrea de los custodios estatales en este penal, pero finalmente la capacidad de fuego de este grupo de delincuentes fue mayor y lograron penetrar al penal y llevarse a 13 reos. Hubo una gran resistencia allí por parte de los custodios.

“En ese sentido, en el estado tenemos más de mil 700 reos del fuero federal, reos que están involucrados con estas personas de la delincuencia organizada, reos que están buscando de alguna manera salir para fortalecer la lucha de esos bandos. Y en ese sentido me permití solicitar el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno Federal, para tener a mejor resguardo a estos reos federales.

“Yo agradezco muchísimo aquí al Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, el apoyo que nos ha comentado hace unos momentos que va brindar a los penales del estado de Tamaulipas, para de esa manera fortalecer la seguridad en el exterior de éstos y poder ahora que si que estado y Federación tener a buen resguardo a todos los reos.

“Y agradezco muchísimo todo el apoyo del Presidente de la República en esta lucha que libra Tamaulipas en contra de la delincuencia organizada, un flagelo que ha afectado al estado por muchos años, por su situación geográfica, estratégica para estos grupos. Pero quiero comentarles que estamos trabajando con un frente común, un frente común que lleva avances, un frente común que ha tenido importantes logros y que seguramente estaremos en los próximos meses, días, avanzando en este tema, pero siempre unidos”.

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Pero más allá de estas muestras de sensatez en la colaboración Federación-Estados, esta columna ha llamado gélido cubetazo a la entrevista de Scherer con “El Mayo”. Y quiero explicar la razón.

Primero por el desafío implícito de un hombre capaz de exhibirse en los medios (y no en cualquier medio sino en el más importante semanario del país desde hace 34 años) a pesar de sentir en sus talones y sobre su cabeza la jauría binacional.

Segundo, por los tamaños del “periodista incómodo” para este gobierno (no lo quieren ni con el pétalo de un anuncio) , quien a pesar de su avanzada edad tiene aun talento y energía para ponerle el ejemplo a toda una generación de “comentócratas” entre cuyas habilidades jamás ha figurado el periodismo en la trinchera de la información.

Y tercero, por la demostración de lo feble y falible del sistema nacional de inteligencia (si tal cosa existiera) entre cuyas habilidades hay muchas pero ninguna de ellas es saber cuando y cómo hacen las cosas algunos personajes importantes de la política nacional a los cuales al menos deberían tener en las pantallas de sus radares.

Se enteran (dicen) de cuando despega un avión en Colombia y no pueden seguir a un periodista de 83 años quien de pronto saca de su prestigiada chistera el conejote de un “mega-narco”.

Pero como casi todas las cosas en el neo-sistema, la trompetilla del “Mayo” viene a ser explicada como una garantía del gobierno democrático; una muestra más de los beneficios de la libertad. Al menos así lo explica el siempre elocuente secretario Gómez Mont:

“Mis comentarios frente a la entrevista. Queda claro que el señor “Mayo” Zambada es un delincuente perseguido por el Estado Mexicano, que vive en un estado constante de persecución (él, y todos los demás en las listas mexicanas y de la DEA); que él salió de la madriguera para entrevistarse con un particular (mejor dicho, le permitió al “particular” entrar a una de sus madrigueras; él no salió) y el Estado jamás tuvo conocimiento de ello y que se enteró por los medios, porque pasan muchísimas cosas que en un Estado democrático no se pueden predecir o conocer (como los temblores, los cuales ya dijo FCH son cosas de Dios). Es responsabilidad también de los medios saber qué actos de comunicación hacen, qué no y qué está dentro de la ética periodística (¿la ética periodística de quien?) y qué no.

“A mi solo me queda decir que el modelo de vida que conoció el señor cambió radicalmente (eso es un poco discutible; a los narcos siempre se les ha perseguido, eso no ha cambiado, ¿verdad Don Neto? ¿Verdad Caro Quintero?), porque también el país ha cambiado radicalmente. Esos son los comentarios que tengo sobre la entrevista”.

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Pero si ya hablamos de comentarios permítase a esta columnista repetir algunos en torno de la actitud de los medios en cuanto al caso terrible cuya evolución podríamos describir con una paráfrasis de Gabriel García Márquez, la increíble y triste historia de la niña Paulette y su familia desalmada.

No tiene caso ahora repetir el rosario de inconsistencias en la investigación policiaca cuya naturaleza varió de la desaparición al secuestro; del homicidio a la muerte por accidente; de la sospecha al perdón; del arraigo a la libertad, de la simpatía al odio; del pobre madre al “qué poca madre”.

Y todo eso debido a dos componentes.

La publicidad desmedida y el amarillismo incontrolable. Si a esos dos ingredientes se les agregan la deshonestidad profesional de quienes han hecho llegar fotografías del expediente a las páginas de los diarios y las confesiones impúdicas de una señora sin tapujos para referir las escenas de su matrimonio y otras cosas, cuando la lógica y la piedad la ubicarían en el duelo, entonces estamos frente a un conjunto de obscenidades como hace tiempo no se veían. Sin embargo esta queja suya parece justa:

“Me tacharon, deshicieron mi matrimonio, deshicieron mi vida, mi familia; pusieron en una línea muy delgada mi reputación, mi inocencia, cuando yo lo único que les pedí fue ayuda para encontrar a mi hija y ahora resulta que yo soy la culpable”.

Los medios, especialmente las televisoras se han regodeado en un indebido papel de suplentes o sucedáneos del Ministerio Público, mientras la Procuraduría del Estado pierde todo decoro y anticipa diagnósticos; apresurados y tendenciosos perfiles de personalidad; avances logrados o por conseguir para beneplácito de los adversarios de Enrique Peña Nieto quien alejado del país por una reunión internacional, ve cómo se reparten tanques de gasolina a los dueños de la cerillera opositora, para usar ahora una figura de Stieg Larsson.

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Me escribe el “tepiteño hojalatero social”, Alfonso Hernández presidente de la Asociación de Cronistas del Distrito Federal quien además forma parte del Consejo de la Crónica, (lo preside Guillermo Tovar de Teresa). Para los habitantes del barrio la convocatoria a perseguir de oficio a “piratas” y vendedores de copias de todo tipo –“fusileros de Bengala”, les llama AH– ha tenido una presumible repercusión. Estas son sus reflexiones.

“Ahora que la economía informal se estructuró como la única fábrica social que combate a la poderosa industria del crimen, la economía de la vigilancia quiere perseguir al ambulantaje, porque algunos de sus oferentes venden artículos tipificados como piratas, clones, y copias similares a las procedentes de Originia.

“Mientras que el TLC sigue propiciando que nuestro país se inunde de chinaderas que dan empleo en otras latitudes. Acá, las fábricas ya no existen, porque ahora el trabajo está en muchas calles y esquinas de la ciudad.

“Y si lo que los legisladores, con el pretexto de combatir la piratería, quieren que ya no haya comercio informal; en lugar de emitir leyes y disposiciones que preserven el mercado interno para generar empleos, se dedican a pisar el hormiguero. Como si lo que buscan es que en lugar de la chamba y el autoempleo callejero en busca del chivo, esos desempleados tengan pura pistola.

“En esto de la copiadera, los legisladores y el gobierno son mano, haciendo lo mismo (pero más barato) que en otros países: desequilibrar el mercado interno, favorecer las importaciones, reparto político de protectorados, aumento de corruptelas y cuotas de protección. Como si el país fuera de ellos y de la geopolítica que detenta su partidocracia en el poder.

“La piratería, en todas sus expresiones, es fomentada por el gran capital que patrocina la sociedad del espectáculo, para que funcione como amortiguador social de quienes irán dejando de ser pueblo para convertirse en público consumidor de sus productos.

“La primera etapa de “Los Fusileros de Bengala”, fue con el audio popular y el video casero, luego vino la pornografía, y ahora las filmaciones de trauma con escenas que hacen apología de la violencia. Porque si antes la calle era considerada la “escuela de la vida” ahora es ¡la escuela más hija de la chingada!

“Aunque es una obligación constitucional procurar el abasto popular, todo el discurso oficial se centra en combatir el comercio callejero, sin hacer mención de la crisis de los mercados públicos, ni del auge de las tiendas departamentales y cadenas transnacionales.

“Calentar el ambiente social y tipificar el autoempleo y la pobreza como delitos, pareciera ser una estrategia electoral para hacer surgir una nueva generación de redentores en vísperas de los festejos patrios, soslayando que nuestra matria hace mucho que dejó de existir.

“Tratando de hacer una justa repartición de la riqueza nacional, el Constituyente de 1917, sólo pudo plasmar que a los mexicanos-pueblo les quedara: la agricultura en tierras de temporal, las artesanías locales, y el pequeño comercio. Lo demás fue previsto para los grupos de poder.

“Por todo lo anterior, la informalidad se ha convertido en otra forma de ciudadanía…”

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La empresa tecnológica e industrial Siemens convoca a un concurso de periodismo sobre “Nuevas tecnologías y desarrollo Sustentable”.

El ganador será el periodista cuyo trabajo publicado en un periódico, revista impresa o de Internet (se excluyen redes sociales) entre el 1o de junio del 2009 y el 4 de junio de 2010 merezca la opinión inapelable del jurado calificador.

El ganador, será premiado con un viaje a Alemania para participar en un seminario sobre los temas de su trabajo, en las Universidades Técnicas de Munich o Berlín. El plazo para la recepción de trabajos será el viernes, 4 de junio de 2010 a las 17.00 horas.

Para información adicional los interesados se pueden dirigir a karla.monroy@comunicacion-imagen.com.mx

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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