Instituto Electoral del Estado de México

En el interminable juego de símbolos y palabras de la política mexicana, con frecuencia se asocian los terremotos con los acontecimientos políticos. Los sismos y hasta la aparición en el cielo de un cometa, como fue el sorpresivo resplandor mexica cuando Moctezuma halló en la cauda de hielo sideral el
augurio del desastre por venir.

Las crónicas del siglo XX refieren un estremecimiento geológico en los lomos de un caballo cuya colosal dimensión se exhibe ahora, simbólicamente, frente al Palacio de las Bellas Artes y es obra, por cierto, del escultor Javier Marín, colocada ahí, precisamente en la Avenida Juárez por decisión del desaparecido secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, si la memoria no se tropieza.

Tiempo hubo (no se necesita mucha edad para recordarlo) cuando los viajes a México del autoexiliado ex presidente Carlos Salinas de Gortari (La Habana, Dublín, Londres) se anunciaban en esta ciudad con un terremoto de medianas proporciones, como si la presencia necesitara el anuncio del baile de la tierra.

Cuando las apariciones fueron más frecuentes, hasta dejar de causar sorpresa o ser noticia en las primeras planas, el suelo se calmó en medio de su eterna indiferencia, desperezado a veces por pequeños temblorcitos como si debajo de su cobija la tierra tuviera sueños pesarosos con monstruos redivivos o fantasmas descarnados o simples pesadillas, como ocurrió hace un par de días cuando el secretario de Educación, Aurelio Niño peroraba en el Senado de la República, en torno de sus proyectos educativos.

Nos cuenta Cecilia Higuera:

“Al comparecer ante el pleno del Senado de la República, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, recibió severos cuestionamientos respecto a la implementación de la reforma educativa y sus verdaderos resultados”.

“Durante más de cuatro horas, el funcionario escuchó críticas de los legisladores del PAN, PT y PRD, respecto de la evaluación a los maestros, el mantenimiento a la infraestructura escolar, acciones para evitar la deserción escolar, la participación de los padres de familia en la vida escolar, en medio de acusaciones cruzadas entre legisladores de Acción Nacional, quienes criticaron los magros resultados y la defensa de senadores priistas, bajo el argumento de que no se puede criticar hoy, lo que en el pasado no se quiso o no se pudo hacer.

“Nuño Mayer inició su comparecencia a las 12:05 horas, aunque a las 12:33 fue desalojado el salón de Plenos, ante la activación de la alerta sísmica, y 20 minutos después los trabajos se reanudaron y concluyó pasadas las 17:00 horas.

“Ante el pleno senatorial, el funcionario federal reconoció el enorme abandono en el que por muchos años estuvo la educación en nuestro país, -señalamiento que motivó el aplauso de todos los senadores-.

“Este abandono, agregó, nos llevó a la Reforma Educativa, “que construimos juntos, con el esfuerzo de ustedes y cuya implementación llevará su tiempo, por su magnitud y precisamente, porque ante todos esos años de abandono del sistema educativo, ahora se requiere de mucho trabajo para poder salir adelante”.

Pero de abandono en abandono, primero el de la denuncia educativa y luego el del salón de plenos forzado por la (para mi) inútil dictadura de la Protección Civil (otro de nuestros componentes de la modernidad burocrática), el secretario diseña una estrategia tan simplona como visible.

Superada su condición de funcionario tras telones en la primera mitad del gobierno del presidente Peña, Nuño ha sido elevado al Colegio Cardenalicio, desde donde tiene una primera obsesión: comportarse como un príncipe de esta iglesia laica en la cual todos aspiran al papado, y dejarse ver. Para eso recorre las escuelas como si fuera inspector de zona.

Y ya sube a ya baja el señor secretario y dice de sus viajes, se acabó el tiempo de peregrinar para ver al ministro; ahora la autoridad educativa se acerca a las escuelas, a los maestros y a los alumnos. Suena bonito, pero no sirve para nada. En este país hay casi 240 mil escuelas. ¿Una por semana?

Seguramente el secretario escuchó alguna vez aquello de Mahoma y la montaña. El profeta iba a la montaña ante la pétrea e inmóvil indiferencia del monte.

Pero la montaña, nunca se movió y la divinidad de Mahoma nunca obedeció a sus viajes al cerro. Fue una simple anécdota.

Y en este caso, también. Una mera “puntada” de Don Aurelio para hacerse conocer.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

1 thought on “Sismos y movimientos de Aurelio Nuño”

  1. Espero valga la analogia, si un camion escolar pasara por los infantes a sus casas para llevarlos a la institucion, que se necesitaria para que llegaran a tiempo y con bien?, primero, que las carreteras estuvieran en buen estado,identificadas y con enfocadas a su destino (entiendase planes de estudio). Que el camion estuviera bien en su estado fisico-mecanico (entiendase la infraestructura escolar) y finalmente, pero no menos importante, que el operador estuviera capacitado,respetara y se comprometiera con tan importante labor (entiendase el maestro). Alguien se atreveria a decir cual es mas importante?, cual podemos dejar de lado y lograr el objetivo?, pues bien espero que se replanteen su famosa reforma..

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