Instituto Electoral del Estado de México

Cada año, especialmente en tiempos recientes, la imagen es la misma: los de mezclilla y zapatos de goma; pasamontañas o pañuelo en el rostro, gorras de lona, mochila en la espalda y botella ardiente en la mano corren por la avenida Juárez o Madero o Cinco de Mayo; llegan al Zócalo con su mensaje de incendio y piedra; otros los siguen con pintura aérea, rayan, pintan manchan, vociferan y cuando los granaderos los aguardan resignados frente a un ataque del cual no podrán librarse, con la orden de resistir desramados, se escucha el grito protector: ¡represión! Y la emprenden a piedra y llama contra los uniformados.

Quieren tomar el Palacio Nacional. O poner en el asta la bandera negra del México de su censura.

Es el “2 de octubre, fecha cimera en la cual la memoria se convierte en desaforada oportunidad para el incendio y en cuyos lemas se repite una fraseología gastada y en muchos casos anacrónica. Dos o tres horas más tarde se replegarán; escurridizos por las calles vecinas, en grupos pequeños. Algunos serán detenidos y liberados a la mañana siguiente. Nadie recibe sentencia y si eso ocurriera, otros saldrán a exigir la libertad de los nuevos presos políticos.

Es una historia circular, interminable, parte de los usos y costumbres del equilibrio o el desequilibrio político. Es a fin de cuentas el derecho de los vándalos, encubierto por el otro derecho, el legítimo de la protesta social, la disidencia, la divergencia. La otra opinión.

Además, como un componente adicional, en todo este compendio de agravios históricos hoy se presentan otros hechos cuya vigencia refuerza la nostalgia contestataria.

A la memoria del 2 de octubre (ni perdón ni olvido) se vienen a sumar a los hechos de Iguala. La lógica es simple, en ambos casos fue el Estado (o el gobierno federal como equivocado sinónimo) , así los hechos desmientan la naturaleza misma de ambas circunstancias. No importa.

Y para agregar elementos novedosos, siempre favorables a la causa y desventajosos para el sistema político mismo, ahora la benemérita Comisión Interamericana de Derechos Humanos está presente en el crítico ambiente de la vida mexicana y aporta su leño a la fogata de la protesta:

“La falta de acceso a la justicia ha creado una situación de impunidad de carácter estructural que tiene el efecto de perpetuar y en ciertos casos impulsar la repetición de las graves violaciones a los derechos humanos.

“Las amenazas, hostigamientos, asesinatos y desapariciones de personas que buscan verdad y justicia ha generado un amedrentamiento en la sociedad mexicana, el cual la CIDH constató en reiterados testimonios de personas que no denuncian estas violaciones por temor a represalias, generando un problema grave de sub-registro en las cifras oficiales.

“Los problemas descritos son resultado de una situación estructural que México padece desde hace décadas. El día de hoy se cumple el 47º aniversario de la masacre ocurrida en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.

“La masacre continúa hasta el día de hoy en la impunidad, sin un número final, mucho menos una identificación individual, del total de personas que fueron ejecutadas o desaparecidas en ese contexto”.

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Ante las frecuentes menciones del Presidente Enrique Peña en torno del amenazante resurgimiento del populismo en el mundo (reiterado en las Naciones Unidas tras su mensaje en el Palacio Nacional el dos de septiembre), Romeo Flores Caballero, cuyo libro “México, de la Revolución Social a la Revolución Neoliberal” será presentado en la feria de Monterrey esta semana, ofrece este punto de vista. Interesante:

“…Da la casualidad de que los populistas son la gran mayoría de los mexicanos:

“Agricultores, obreros, trabajadores, empleados, campesinos, pequeños propietarios, funcionarios públicos, médicos, abogados, ingenieros, maestros, comerciantes y quienes no participan en las decisiones de gobierno reservadas para la clase dominante.

“Los elitistas, por su parte son los aristócratas, la oligarquía, o como se les quiera llamar a los banqueros, grandes empresarios, directores de corporaciones, dueños de las grandes empresas de comunicación, monopolistas y a los grupos enriquecidos “de los gobiernos revolucionarios” consecuentes a la privatización neoliberal de 1982.

“A los primeros los identifica sus ideas progresistas, la defensa del nacionalismo, la soberanía, la independencia, la existencia de un Estado y gobierno fuertes, la promoción del mercado interno, el aumento de los salarios, la libertad, la democracia, el derecho a la educación, la salud, el aumento del poder adquisitivo de los trabajadores, el combate a la desigualdad, una equitativa distribución del ingreso y la defensa de la “justicia social”.

“Los segundos favorecen la globalización, el adelgazamiento del Estado o su desaparición, desean diseñar e instrumentar las políticas públicas, son fanáticos de las reglas de mercado, o eso dicen, son socios del gobierno y ubican su mente en Capitol Hill.

“Respaldan un intercambio comercial sin fronteras, aceptan las reglas del Consenso de Washington y se disciplinan a los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), apoyan los planes Puebla-Panamá y Mérida, buscan la protección del gobierno de Estados Unidos y aceptan los servicios de inteligencia de nuestros vecinos como la DEA y el FBI y se oponen al aumento de salarios, a la educación laica, pública y gratuita, el acceso a la salud y respaldan al “bien común”.

“Por ello, no es extraño que el Presidente, como representante de la clase dominante, se sienta amenazado por el populismo”.

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El secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, reafirmó durante su participación en la Sexta Reunión de Ministros de Turismo del G-20, su compromiso de fortalecer las políticas públicas para mejorar el papel de México en el escenario mundial.

La OMT estima para el 2030, mil 800 millones de personas al año en las corrientes turísticas internacionales.
En esa reunión, efectuada en Antalya, Turquía, De la Madrid expuso datos: del 2009 al 2013, el empleo en hoteles y restaurantes en los países de la OCDE, creció 14 por ciento, cifras frente a las cuales es necesario hacer del turismo un eje del crecimiento económico mexicano.

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Hasta ahora, más allá de la reorganización burocrática en aspectos técnicos, destacan dos del secretario de Educación, Aurelio Nuño. Una, sus recorridos por las escuelas del país. La cercanía y la exposición.

La otra, la aparente reorganización de los medios del Estado. Por lo pronto los dos canales de la televisión pública (11 y 22) ya tienen nuevos mandos. ¿Se trata de un cambio de política o simplemente un cambio de funcionarios?

Eso se verá pronto.

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A veces hay cosas involuntariamente jocosas.
Claudia Sheimbaum, delegada en Tlalpan denuncia el saqueo de las oficinas cuyo ámbito los perredistas le dejaron desmantelado en el mismo edificio donde hace tiempo despachaba su esposo Carlos Imaz, forzosamente orillado a la renuncia cuando fue grabado con bolsas de supermercado llenas del dinero negro de Carlos Ahumada.

Los comales les dicen a las ollas.

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Obviamente la opinión de esta columna es como la vida en Guanajuato: no vale nada, pero si en verdad se quisiera hacer algo por esta sufrida ciudad, bien se podría utilizar las casi 750 hectáreas del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, próximo a cesar su operación, para una zona de recarga hidráulica y reserva ecológica.

Demoler los edificios y dejar el terreno libre, a ver si la naturaleza lo aprovecha en beneficio de todos nosotros. Claro, eso no deja dinero de inmediato, pero un ambiente sano es algo imposible de comprar con pesos y centavos.

Pero estoy seguro: la codicia podrá más. Pronto habrá ahí plazas comerciales, edificios de apartamentos y todo cuanto se quiera con pretexto de estimular la actividad económica. Y se habrá perdido la oportunidad para siempre.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

1 thought on “El derecho vandálico”

  1. Las costumbres, se hacen leyes. De siempre, se acostumbra en el Gobierno, que todo funcionario chico o grande, cuando deja su cargo, si tiene oficinas a su servicio, generalmente se llevan hasta la chapa de la puerta. y nunca a habido ningún reclamo. Ahora lo hay. por la pugna tan grande que hay entre el P.R.D. de los Chuchos y la gente de Morena, de López Obrador. Pero a fin de cuentas, no pasa nada. Saludos G.R.M.

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