Nadie sabe quién inventó aquello de la mierda y el ventilador. Parece ser una idea sajona, propia de la forma gráfica –y a veces auditiva–,  como el idioma inglés describe muchas cosas. Y esta es una de ellas. Cuando se pone algo volátil contra las aspas de un rotor, la salpicadura  se extiende hasta rincones inimaginables.

Si por guerra sucia entendemos aquella cuya declaración  manifiesta no ha ocurrido ni tiene límites de honor, ni trato humanitario hasta para el más cruel de los prisioneros en manos del peor de los carceleros, si la suciedad de la batalla clandestina, sin manifiesto ni oficialidad, supera en sí a la podredumbre de la guerra misma, entonces muchas cosas de la vida humana son como una guerra muy puerca.

Y entre ellas, las campañas políticas. Si los romanos nos enseñaron todo cuanto sabemos en materia de Derecho, también nos dijeron cómo nada es nuevo bajo el sol. Y si no fueron los primeros en decirlo, pues ya lo menciona el Antiguo Testamento,  su consagración  como frase feliz de muestra su asertividad y precisión. No hay nada nuevo.

Poor eso Quinto Tulio le explica a Marco Tulio (64.a.c.) cómo debe hacer para ganar una elección para el consulado. Muchos son los consejos, pero le advierte, entre ellos, meterles miedo a sus adversarios mediante la vigilancia real o presentida, imaginaria o concreta. Veamos.

«…La política está llena de traiciones, decepción y engaños. Por eso es importante no confiar en nadie tan fácilmente…

«Una vez que como candidato ya tienes identificados a tus amigos, también piensa mucho en quiénes son tus enemigos. Hay tres tipos de personas que estarán en tu contra: los que has lastimado, a los que les desagradas sin ninguna razón en específico, y los amigos más cercanos de tus oponentes.

“Si como político te ganas a un oponente por haber defendido a un aliado, recuérdale a tu enemigo que eres una persona que siempre defiende a su gente más cercana y que si él fuera tu amigo harías lo mismo por él. Siempre debes mostrarte como alguien benevolente con todos, no importa si es amigo o enemigo…

«…Las promesas de un candidato siempre son vitales para una campaña, sin promesas la campaña electoral se vuelve vacía e inocua. El votante debe sentir que al votar por ti, tiene la esperanza de recibir alguna recompensa…

«…Es importante que un oponente político sepa que estás vigilando sus acciones con atención. Vigilarlos les da la impresión de que estás dispuesto a tomar acciones en contra de ellos si rompen las reglas o son corruptos.

«No es indispensable querer emprender siempre acciones por cada error del oponente,  lo importante es generarles miedo e incertidumbre de que siempre los estas monitoreando.

“No te sientas desmotivado por el hecho de la corrupción, eso siempre pasa en todas las elecciones y por más corrompida que pueda estar una elección, siempre hay un gran número de personas que votan por el candidato en el que realmente creen y no porque éste les dé dinero”.

En este sentido Manlio Fabio (Beltrones; sin parentesco con Marco Tulio, el romano), ha hecho algunos comentarios interesantes, en especial si se toma en cuenta la denuncia contra el Partido Acción Nacional en Puebla, por el feo delito del espionaje. Como todos sabemos,  el PRI poblano denunció a Rafael Moreno Valle, gobernador del estado y al diputado Eukid (así se llama) por espionaje telefónico. La denuncia fue interpuesta por Jorge Estefan Chidiac, quien conoce a estos personajes por el revés y por el derecho.

Ha dicho Beltrones:

“No es con guerra sucia, vociferando ni lanzando insultos como se defienden ideas o propuestas”, remachó el líder del tricolor.

ALVAREZ

No la uso en tono peyorativo ni mucho menos. Pero para el Partido Acción Nacional, Luis Héctor Álvarez, fallecido hace unas jornadas apenas,  en los linderos de una vida centenaria, era un santón. No es lo mismo ser un  santo.

Hombre dedicado a la política había sufrido varios reveses en los últimos episodios de su vida partidaria en la cual conoció de Manuel Gómez Morín a Ricardo Anaya. Vaya, vaya.

Casualmente padeció derrotas recientes, en el mismo partido cuya loa hoy toma tonos de epopeya y responso arrebatado.

Apoyó a Cordero, y perdió; apoyó a Margarita, y perdió; propuso con Calderón refundar el PAN, y perdió. Pero nunca perdió ni la decencia ni la congruencia. Álvarez superó ética y políticamente a sus lambiscones “post mortem” de hoy. Ayer por la mañana un  negro crespón estaba en la fachada de Avenida Coyoacán. RIP.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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