Profesores ponen piedras; pican poliuretano, prenden petardos, pasan por Putla, por Petatlán por Pinotepa, por Pera; pintarrajean paredes, pulverizan plásticos por pendencia prolongada. Pirómanos profesionales prenden palacios

¡Permanecemos, plantón prolongado!

Pretenden para personajes políticos perder paciencia perecedera, plantean peticiones posibles pero perplejas, piden pastura, piden pan, proponen planes posiblemente pacíficos pero para propios, potentes, prácticos, pírricos.

Piden planteles “patito” para perpetuar prácticas profesorales pasadas por pantanos privilegiados. Piden prolongar prebendas persistentes, pues, paidologías pedestres, parlamentos para papagayos, pirotecnia para posible parlamento pejista, pasan pronto.

–¿Peje puede promover pendencia? Presenciamos promoción partidista?

¡Pero plenamente! ¿Podría pasar por perplejidades parecidas perfume pestilente?

Planteamiento principal parece perfecto.

Proponer para profesorcitos, profesor cetes, profesorcillos, planteamiento profesional, plenamente perfectible. Paso por paso. Pero presentado por pliego, por pesquisa, por policías preventivos, parece presuntuoso,

Perderían privilegios. Peso por peso, pluguen.

Poliorcética (pelear plaza por plaza), pues.

Pirómanos paralizan puntales pedagógicos.

Poligenismo poliglota presenta planteamiento popular. Pueblo por pueblo, pasaremos por pelagatos. ¿Poseen Pertegaz? Pídanles pasaporte. Prendan pira, plebiscito plebeyo por plazuela. Prolegómeno pastioril.

¿Prisión para Pedro, para Pablo?

Presentemos para posteridad pero por pleno pulmón, proclama pasada por plomo; perdurable, permanente: Presos políticos.  ¿Políticos presos? Para pescar puros protozoarios pequeños, puedes prescindir.

“¡Peña, Peña, popularmente perdido!” proclaman por provincias, publican por periódicos pendencieros. Plomiza protesta pide proteína, presenta pistola. Preparan puntilla.

¿Podrán parlar para perseguir plena paz?

Pues parece pasmo perdurable. Protestantes prohíben pleno protocolo. Pasos por pavimentos patrocinados parecen prohibiciones permanentes. Pincha púa, propón puros proverbios, prescribe penicilina para protervos pendencieros; prosistas pésimos, pistoleros perdidos, prosaicos prosecretarios piden prisión preventiva.

¿Preventiva?;  perpetua, proclaman por Pachuca. Pastes, puros pastes pedigüeños.

Predispuestos, precoces, precipitados, parecen políticos pornográficos. Proveen prohibiciones previamente perdidas. ¿Preclásicos preclusivos? Pues podrían parecer puro pico, pero principalmente parecen pura paja, puro polvo.

Patean próstatas, percuden perineos, patinan por palustres parajes plenamente pantanosos, pero pasan por planchas planas plácidamente. Ponle piloncillo, presenta placebo por Prim.

¿Podrían proponer papelería penal perdurable para perjudicar puramente pendencia protestante?

Pongamos –por placer– pláticas para proseguir polisémicos parlamentos? Pides pares, pero pares parecen perdidos para perpetuo plazo.

–¿Podemos politiquear? Podemos, pero por pláticas polutas perdemos posibilidades puras.

Polvareda política prende polonio. Pasos por polinesia, pulpos para platillo picudo. ¿Podrías pasar por peteneras,  publicar pseudónimos polimorfos?

Pan polvoriento por plazuelas pacíficas.

Pólvora para primates. Pides pausa pero pulsas proletarios panfletos. Presenciamos prurito prudencial, perdemos pruebas, pedimos pleno perdón para puyas probadas. Paséalos por París, ponles panga para  Potomac, por Putumayo, pero prohíbe posiciones perversas. Palabras pervertidas. Pura putrefacción. ¡Padre Pro!, por piedad persiste, piden prelados penetrantes.

¿Podrán percibir profesores plata por palanganas, presentarán palanca poderosa? Platita, pesos, pacas, perlas, podría pasar:

Para pasado, para presente,  podemos prescindir, perdonar pecados pesados, pensar por privilegio para poner piedras. ¿Puede persistir proclama por periodo prolongado?

Pues parece payasada pero pesan. Palpamiento por panzas plenas parece prueba. Perduran por pastura presentada por políticos profesionales. Ponen palurda paella, pienso primitivo; pasan por panderetas de pandilla pletórica.

Pernoctan por Peralvillo, piden por Pantaco, predominan portes, perforan picaportes,  pasan por Pinos, pisotean –patisecos– petunias por parajes plutónicos. Piden panoplia para pistolones pasados, pero presentan pliego petitorio prácticamente perdido.

–¡Pasen, pasen! por piedad. Prescindan protestas, púdranse por pestañas pastoriles, pongan pasos para pasado periodo, pero por prudencia perforen pozos petroleros, puyas petroquímicas.

–Pues párense primero, personeros.

Pronto, pronto plantean. Pero pasan periodos permanentes,  petacas pacíficas, pelícanos, petirrojos, pájaros parecidos; palabras petrificadas para pasmar piamadres y pulmones, pleuras y prepucios.

–¿Podemos pasar?

–¡Padre!, podemos permanecer. Pero pasar, pasar, parece peligroso.

Piensa pronto: ¿Profesores plantean posibilidad por plaza pública? Paso.

Podríamos pasar pantano. Pero ¿poseemos pianola para pezuñas parecidas? Piano, parece.

Plazas, plazuelas,  pendencias perpetuas. Poco planteas.

Pifias, píldoras, pócimas para prevenir piratería, para poner piragua, proponer piscolabis pisciforme, plantón permanente, perversión pisapapeles, piso pispajo (pareces piruja), pescamos por plancton púrpura, parirán pandilleros, pistones prisioneros, prostitutas promiscuas, pistache pitagórico.

–¿Pides pitanza?

–Puro pífano panadero, pasodoble. Profesor Pana, pobre, palmó pronto.

Pasado parece próximo. Pusiste procónsul pedagógico preferido, planteaste procedimientos perversos perfectamente paticojos. ¿Pudiste pulir pasados procederes? Pues puro pizarrón plisado. Puro paraguas plegado

Penetraron pica, pusieron placa por pasillo principal.

Por puente penumbroso pasas poco, pero pulcramente peinadito.

Pareces pastelito. Pasitas, platanitos. Por premura palmó payaso.

–¿Puede paladín persistir, puede poner paquete polivalente?

Parece puro papasal plenamente poliárquico.

Por pantallas, por páginas, por periódicos, persisten protestas.

Pídeles penitencia. Pasarán por paleros, partiquinos, penetrarán palestra propondrán paliza, pedirán pubis pediátrico, pondrán palabras paralíticas, presentaran pagos pendientes.  Pincha páncreas, perfora peritoneo, pudre píloro.

Planeta prolijo, predominante, podemos percibir. Penumbra, palmatoria; palmetazo, pepino, palmito. ¿Pica piquín?

Perdiste procedimiento pasado por palacios pequeños.  Paliza preventiva. Posees pocas plazas pero preventivamente Peje persiste.

Paternalmente pusiste plazos. Pediste prudencia y percibiste pataleo. Pon panorama: pedagogía parece pastoso patíbulo.

–¿Puedes pintar, predecir porvenir, peñasco preñado? ¿Planteas posibilidades?

Pues puedo percatarme:

Pandillas peleoneras, peonada pepenadora, profesorado presto, puesto, para picotear pestillos, puertas, picaportes.

Pequeños percantes pensionados, perdularios profesionales, pensamientos protestantes, protestativos, pulpejos privativos, publicistas proverbiales, padrecitos piadosos, proyeccionistas provincianos, púlpitos protuberantes, provocadores proxenetas próximos; películas por proyectores perdidos, para plantear posibilidad postrera pescan percances.

Principal precipitadamente preciso.

Predecesora (pobre) pudo penetrar profundas piscinas pedagógicas, pero –por presente–, pena por  paraíso penal principal. ¿Podría profesora presionar? Pasar por pretérito pugilato. Prisión pesarosa.

Prescindamos pira pestilente. Pongamos pies polvorosamente prestos, pidamos perdón, pongamos precauciones predatorias por prolíficos pretextos. Piensa prefacio, pon prólogo para prendario post parto.

Pariste panteón predilecto, predio procurado por preeminencia previa.

–¿Perdiste por paliza? ¿Pegáronte patiza?

Pensabas propiciar profesorado profesional.

Pegaste pared. Perdón, pues, perdón por proponerlo, pero  para planes presentes pareces pacotilla prendida, prensa pelele, patuleco. ¿Percibes pantalla?

Premonitorio pasajero pospone periplo por paraísos presidenciales. ¿Podrás pasar portones privados, prevaricar por precaución? Pretextos principescos pada planteamientos primitivos.

Posiblemente podrás podar posturas pretendidamente planteadas.

¡Puf!; Pasas pesadísimas pasarelas para pupilas pecaminosas. Pretendes pureza. Puro Pentateuco. Pura palabrería, pecadores  pausados, predadores pacientes. Preparan.

Por primavera perdiste, presientes paneles pictóricos. Pensabas proferir prodigioso preámbulo para poner premios por prolijos parabienes.

Pensabas preparar presidencia, pretendías plausibles profecías pero Pejes, pajes; perros prestos, prendieron pernera, pantalón, peroné, pelvis. Pisaron pretensiones. Pobre príncipe.

Pero pleno pulmón pide paz, proporciona pulquito, pica purgación, perturba planes.

–¿Planes? Pasaron periodos. Puño por paisaje. Putañeros puritanos pierden puzzle, ponen pozole podrido, pasan por puntuales purpurados, por prebostes precarios, por princesas perdidas.

–Psst, Pedro Páramo pervive, persiste por polvareda perpetua.

Pito Pérez planea. Pancho Pantera pulverizado pide pócima pesada.

Puños, pasos perdidos, pleitos por polífagos palabreros. Plazas plenas por pretexto pasmoso.

–¿Profesores profesionales? Pamplinas, paparruchas, pendejadas.

Pido permiso para partir.

Pura “P” parece plantel paceño. Prosa pesada, pesarosa, proclive para personajes patéticos, patológicos.

Podrías poner palabras perfectas pero persistes en “P”, (por petimetre) para presentar plegaria presuntuosa.

Ponte preciso por primera parte.

Para presentar predicciones por pespunte pareces pasiflóreo.

¿Podrías plantear preciso peristilo? Pondrías poner punto.

–¿Punto?

–Pues punto. Podremos proseguir próximo periodo presidencial.

–0—

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

4 thoughts on “Pongamos “P”; profesores protestantes.”

Deja una respuesta