Instituto Electoral del Estado de México

Por: Guillermina Gómora Ordóñez

Una vez más, el “Mesías de Macuspana” abre las puertas de su paraíso político para uno de sus hijos pródigos. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se reunirá en los próximos días con Ricardo Monreal, delegado en Cuauhtémoc, para convencerlo de que regrese a Morena.

Ahora resulta, que desea salvarlo de la “mafia del poder”, con la que su ex brazo derecho ha tenido acercamientos para hacerse de la candidatura al gobierno de la Ciudad de México. Monreal ha sido tentado por el Frente Ciudadano, el PVEM y Partido Encuentro Social.

Incluso el PRI y su nuevo dirigente, Eruviel Ávila, al que le ganó los seis distritos en su tierra, Ecatepec, el pasado 4 de junio, durante la renovación de la gubernatura mexiquense, le pidió que sea candidato del tricolor a jefe de Gobierno.

A todos, afirma, el zacatecano, les ha dicho que no porque “es políticamente incorrecto”. Sin embargo, reconoce en tono irónico: “Soy objeto de un oscuro deseo». El caso del titular de la Cuauhtémoc es particular, pues han sido más los partidos que le han ofrecido la candidatura a la jefatura de gobierno que los que lo han rechazado.

Monreal conoce su peso político y seguro lo hará sentir en la reunión con Andrés Manuel. Un encuentro que le fue negado en agosto pasado, cuando el partido ungió a Claudia Sheinbaum, jefa delegacional en Tlalpan, como “coordinadora de organización”, en la Ciudad de México.

Emisarios de Monreal y AMLO, afinan los detalles para la reconciliación, incluso Martí Batres, el dirigente capitalino de Morena y acérrimo enemigo del zacatecano ha dicho que “hay futuro para él en Morena” y Yeidckol Polevnsky, secretaria general del partido, le ofreció hacerlo secretario de Gobernación. Si ganan, claro.

En política no hay coincidencias, el espíritu redentor de Andrés “El Bautista”, no es casual, la sacudida sísmica a su candidata, Claudia Sheinbaum, que amenaza con el colapso político, lo obligó a rescatar a Monreal al que mandó, en su encuesta, al cuarto lugar, para arrinconarlo.

Sin embargo, Monreal, resucitó de entre los escombros del sismo y ahora es codiciado por diferentes fuerzas políticas que han modificado sus convocatorias y requisitos para respaldar a un externo que busque el gobierno de la Ciudad de México.

El delegado en Cuauhtémoc, a diferencia de otros políticos, el sismo lo benefició y la última encuesta que se atribuye al Cisen, lo ubica por delante de Alejandra Barrales en la búsqueda de la candidatura del Frente PAN-PRD-MC en CDMX. A Claudia Sheinbaum le saca una leve ventaja, mientras que Barrales pierde por seis puntos con la delegada en Tlalpan.

¿Qué sigue? Andrés Manuel tiene la respuesta. Si desea que Ricardo Monreal regrese a Morena deberá reponer el proceso (dedazo) para la postulación de candidato. Escenario por demás complicado e imposible si consideramos los siguientes factores: la influencia de su hijo Andrés Manuel López Beltrán y su soberbia que lo ciega para aceptar que se equivocó.

El Mesías de Macuspana es un político, su ADN es igual a los de la mafia que tanto crítica, sobre todo cuando el poder está en juego. Su metamorfosis redentora para limpiar el pecado de la corrupción, la impunidad, el robo a la nación con el simple hecho de acercarse a su manto moreno, sólo evidencia la doble moral de la clase política que tanto cuestiona.

“Los que se unen a Morena están perdonados”, afirma AMLO. ¿Ricardo Monreal aceptará ser redimido?

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