Conocedor como pocos de la complejidad política mexicana y las formas de operación de los partidos, incluido el Revolucionario Institucional al cual ha imitado casi con papel calca en algunas de sus formas cuando se trata de ejercer los poderes meta constitucionales de la presidencia (diría Jorge Carpizo); el panismo calderonista ha iniciado, de acuerdo con las más recientes reiteraciones, una labor de desmontaje de la principal fuente de poder de su peor adversario: los gobernadores.

Si la estrategia no tiene una finalidad judicial, como parece ser el caso, al menos tiene una determinación propagandística y una contundencia mediática apabullantes. Los gobernadores, con sus excesos de horror y alguna memorable preciosidad, demuestran lo perjudicial del retorno revolucionario para el incipiente (¿cuántos siglos durará ese comienzo?) régimen “democrático” de quienes desde el autoritarismo corrupto frenaron la democracia y nos llevaron al indeseable país de cínicos donde ahora habitamos.

Desvanecida la figura del presidente fuerte cuya voluntad omnipotente y omnisciente dirigía al Partido Revolucionario Institucional, y pulverizada su conducción en una invisible federación de poderosos virreyes inexpugnables y sin control; poderosos hasta donde sus límites geográficos y los equilibrios en subasta permitían, los gobiernos estatales se convirtieron en surtidores de capital y operadores para cubrir el territorio nacional en espera de las elecciones federales y el anhelado retorno al Parque Jurásico.

Quienes mejor desempeñaron este papel fueron (para el PRI) Enrique Peña Nieto y para el PRD (en otro caso imitativo gozoso), Marcelo Ebrard. Pero de este último no me ocuparé ahora.

Pero si los gobernantes locales eran hasta hace algunos meses la segura fuente de fortaleza priista (remembranza de aquel Bloque de Gobernadores del callismo); el amago contra Eugenio Hernández, Tomás Yarrington y Manuel Cavazos Lerma, todos tamaulipecos, abre una nueva etapa: los gobernadores auditables cuando dejan de serlo, se convierten en una debilidad. Flancos abiertos por todo el país.

¿Cómo se puede dar esta inversión? Los gobernadores, precisamente por su fuerza y lo incontestable de su voluntad local, fueron inoculados (algunos) por peligrosa tentación hija de la tradición caudillista y caciquil como muchos años imperó en el viejo PRI. Poco a poco se convirtió en un surtidor emponzoñado.

Muchos se fueron de las manos y pasaron por encima de cualquier límite. Como un ejemplo, nada más, pensemos en la multicitada capacidad de endeudamiento de Humberto Moreira. Hoy esos excesos le otorgan oportunidad al panismo de alimentar la hoguera del desprestigio, lleguen o no las cosas hasta el punto del proceso judicial. La coyuntura electoral es oportunidad suficiente. No se trata en todo caso de hacer justicia sino de conservar el poder.

El único gobernador encarcelado por delitos relacionados con el narcotráfico, fue un priísta durante un gobierno priísta, empujado, claro, por el gobierno de los Estados Unidos en los días previos a la oficialización de sus intervenciones cotidianas para controlar –como ahora–, el narco en México.

Esa es la actitud tras la cual el gobierno lanza a la Procuraduría General de la República cuya influencia electoral es amplia y visible como nunca antes (“El michoacanazo”– haya sido como haya sido– hundió al PRD en Michoacán). La maestra Morales tiene abiertos (entre muchos más) cuatro gordos expedientes: los de los tres tamaulipecos y el del ex presidente del PRI, Humberto Moreira cuya cabeza exhibía ufano Ernesto Cordero en los días recientes como elemento de propaganda en la contienda interna cuyo resultado se conocerá pronto..

Por eso es comprensible el discurso de Enrique Peña Nieto en Tamaulipas. Si suena como tambor guerrero, bien pueden decir él y los suyos, no comenzamos nosotros la música del atabal.

“La campaña no ha iniciado formalmente (…) pero lo que sí ha iniciado ya son los ataques de los contrarios, aquellos a quienes sólo les ocupa hablar del PRI, señalar al PRI, descalificar al PRI y a sus abanderados… los priístas de ninguna manera caeremos en esa provocación”.

“Peña Nieto afirmó (CNN) que no se puede aplicar la ley violando la ley, y pidió “plena protección y garantía” para que los mexicanos elijan libremente a sus próximos representantes, “sin distorsiones ni manejo faccioso de la ley en aras de aplicar supuestamente la justicia…

“…No dejaremos que amenazas a partir de actos o de prácticas autoritarias pongan en riesgo la democracia en nuestro país”.

LEVIN

Reincorporado a sus actividades después de un considerable problema de salud, el diputado Oscar Levín regresó en plenitud e “hizo uso de la tribuna”, como se dice en la jerga parlamentaria para asestar un mazazo al prestigio económico del régimen, cuya conducción asume Ernesto Cordero como prensa en la campaña.

Vale la pena mencionar el ascendiente de muchos años de Levín en los grupos de la tecnocracia político financiera. Para no ir más lejos, su relación con el actual Director Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens es cosa sabida.

Pero el discurso de Levín, del cual extraigo unos párrafos, bien podría haber sido usado por Santiago Creel en los últimos mensajes de su fracasado intento por llegar a la candidatura panista, cuando hablaba con aparente reconocimiento de su rival y lo señalaba como responsable de la situación económica actual.

Levín dice algo parecido, pero con otras palabras.

“La catástrofe económica provocada por los gobiernos panistas es evidente: el desempleo se mantiene en niveles alarmantes, la economía informal se desborda, la hiriente pobreza aumenta, la falta de inversión es clara, el crecimiento económico es mínimo y profundamente desigual.

“De una población económicamente activa de 49 millones, menos de un tercio cuenta con empleo formal, y de ellos sólo 13 millones son empleados permanentes; tantos como quienes han sido arrojados a la economía informal.

“Hay dos millones de trabajadores eventuales, más de dos millones y medio de desempleados, cerca de cuatro millones buscan un segundo empleo o uno mejor, y más de tres millones no reciben remuneración por su trabajo. Hay también más de seis millones de personas desalentadas, es decir, que ya no están buscando empleo porque se cansaron de no encontrar.

“La mayor parte de los nuevos empleos son de mala calidad, con ingresos menores a los dos salarios mínimos y sin seguridad social. Y por si esto fuera poco los jóvenes del país pierden la esperanza al enfrentarse al hecho de que sólo un 27% de ellos tienen acceso a un empleo formal”.

Por lo visto no hacen falta los estudios de la OCDE para salir corriendo.

JOSEFINA

De un momento a otro espera Josefina Vásquez Mota la intervención de la comisión electoral del PAN ante cuyo responsable José Espina consignó hechos violatorios de la legalidad del proceso interno.

Coacción del voto, amenazas, espionaje, filtraciones, etc.

Sin embargo hasta ahora no se sabe de denuncias ante la Fepade, entidad de la procuración de justicia cuyo papel, una vez más, parece ser meramente decorativo. Por una parte no le presentan los agravios y por la otra cuando alguien lo hace, invoca su limitació0n de capacidades y no actúa. Puros casos de mera burocracia.

El Comité Ejecutivo Nacional del PAN ha guardado silencio ante las flagrantes violaciones promovidas desde el cuarto de batalla de Ernesto Cordero. Esa es la sensación en el equipo de Josefina donde comienza a resentirse –con todas las consecuencias–, la agobiante sensación de luchar contra los poderes “meta-constitucionales” ya mencionados al inicio de esta columna y cuya contundencia (una vez aplicados) no se limita a los partidos opositores.

PERIODISTAS

A pesar de su permanente visibilidad en la vida mexicana, los periodistas nunca han (hemos) estado grupalmente bien representados y mucho menos han tenido garantías políticas para el ejercicio profesional.

Por eso vale la penas el empeño permanente del Comisión Nacional de los Derechos Humanos en defensa del gremio.

Así lo expresó el Ombudsman nacional en su informe de ayer ante el Ejecutivo:

“Durante 2011, los periodistas y defensores civiles de los Derechos Humanos continuaron desempeñando su labor en un ambiente adverso; en ese año se registraron 98 quejas correspondientes a agravios en contra de periodistas, lo cual representó 42 por ciento más respecto del año anterior; y, 59 a defensores civiles de Derechos Humanos, con un incremento de 23 por ciento.

“En este contexto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hace un llamado para erradicar la impunidad y llevar a cabo acciones contundentes que garanticen las condiciones de seguridad y prevención para que el desempeño de los defensores de derecho humanos no se vea coartado ni amenazado por ningún tipo de circunstancia”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

Deja una respuesta