Texto de David Saucedo en Monterrey

Especilistas advierten que los habitantes de la zona metropolitana están expuestos al cáncer, derivado de los altos índices de contaminación, coinciden médicos especialistas y ambientalistas.

La contaminación emitida por la refinería de Pemex Cadereyta, industrias en general y vehículos automotores, producen cáncer entre la población, al grado de que se ha encontrado partículas de 2.5 micras de contaminantes en el cerebro de cadáveres a los que se ha realizado la autopsia, comenta el doctor Uriel Chavarría Martínez, especialista en neumología y medicina crítica.

Profesor de la Facultad de Medicina y el Hospital Universitario, de la Universidad Autónoma de Nuevo León y Coordinador médico del programa de trasplante pulmonar del hospital Christus Muguerza, agrega que
los efectos de la contaminación aumentan la afección a las enfermedades respiratorias, en tanto el cáncer también tiene su origen en parte a contaminantes como el dióxido de azufre de la refinería de Cadereyta,

El especialista consejero del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, define seis grandes grupos que tienen efectos contaminantes y alto impacto en la salud de las personas, principalmente las partículas que se encuentran suspendidas en el aire como son las PM10, las más grandes, y las de 2.5 micras que son las responsables de la bruma que se observa en una ciudad como el Monterrey metropolitano.
“Estas son más pequeñas tienen posibilidad de pasar a la sangre, recordemos que los pulmones oxigenan la sangre a través del paso del oxígeno, de los alveolos, que son los sacos finales a donde llega el aire hacia los capilares pulmonares que es hacia la sangre”, explica.
“Al llegar a la sangre se van a todo el cuerpo y al paso de los años ocasionan problemas en el cerebro, riesgo de enfermedad cerebral vascular embolica, o Alzheimer y Parkinson, aunque estos últimos en una exposición de muchos años, además de cáncer en todas las partes del cuerpo, enfermedad cardiovascular aguda, y enfermedad materno infantil, pues pasan al feto cuando está en útero”, agrega.

A su vez, el doctor Rodolfo Sandoval, maestro investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León, sostiene la urgencia de atender el problema que impacta en la salud, de lo contrario, será demasiado tarde la incidencia en las cuestiones laborales, educativas y la actividad económica de la entidad.
Destaca que en el aire regiomontano hay una alta concentración de finas partículas suspendidas conocidas como PM 2.5 que entran con facilidad en las vías respiratorias y provienen de la Industria del petróleo y petroquímica.
El investigador universitario alerta sobre los principales síntomas derivados de la contaminación, y que van a las vías respiratorias, principalmente en niños y adultos mayores con complicidades como diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares, asma, arritmia alérgica y otros cuadros como dolor de garganta, falta de aire y ardor ocular.
Sandoval refirió a las emisiones recientes de la Refinería de Cadereyta, que «esparció un olor irritante, picante, que algunos describieron como olor a orina de gato, y que debido a corrientes de aire se desplazó a la zona a metropolitana «.
Lo atribuyó al dióxido de azufre, un gas incolor, irritante, que tiene su origen en la combustión de carburantes fósiles como el petróleo y,que debido a las condiciones ambientales imperantes estuvo a un nivel de suelo más bajo que lo normal.
Subraya la necesidad de que las autoridades se avoquen a solucionar el problema, antes de que sea demasiado tarde y el sistema de salud se imposibilite de atender por las grandes cantidades de enfermos.