Instituto Electoral del Estado de México

Muchos son los nombres de mexicanos en el servicio exterior cuya conducta firme y humanista les salvó la vida a miles de refugiados. Quizá los más notables de entre ellos sean Isidro Fabela, Gilberto Bosques, Fernando Gamboa y otros cuya diversidad y cantidad es por fortuna abundante.

Famosa es la etapa de la Guerra Civil Española y hasta ha habido ocasión para historias románticas como aquella entre Renato Leduc y Leonora Carrington, pero de ella se debería hablar en otra ocasión.

Hoy los mexicanos miran horrorizados la fotografía del niño Alán dormido para la eternidad en la playa turca, y muchos se preguntan si es momento de abrir humanitariamente nuestras puertas para recibir a quienes huyen de la persecución y la guerra. Pero esa fuga humana no proviene únicamente de Siria.

Año con año, mes con mes y de manera cotidiana otras guerras más cercanas empujan a miles de hombres y mujeres y niños, tan desvalidos como el ahogado más famoso del mundo, a cruzar hacia el norte el continente mesoamericano en busca de una tierra de promisión , allende el Bravo, la cual por lo general ni existe ni será posible. Tierra imposible para cuya preservación ya se alzan voces de odio como la de Donald Trump cuyo discurso inhumano contra los migrantes pretende alzar una muralla divisoria entre el mundo moderno y la barbarie de la piedra.

Vejaciones, secuestros, extorsiones; trata de personas, servidumbre sexual, todos los campos del abuso humano se escuchan en esa manada de los lobos contra los hombres desde el ¨Petén guatemalteco hasta las doradas y secas arenas de Arizona.

Revisemos ante este panorama actual en el mundo, como presencia inspiradora ante reflexiones futuras, las palabras de Don Gilberto:

“…México amplió su asistencia protectora a todos los refugiados antinazis y antifascistas refugiados en Francia. De modo que documentamos y les dimos facilidades de salida. Hubo que ayudarlos a escapar de Francia e ir a organizar el pie veterano de las guerras de liberación en Austria, en Italia, en Yugoslavia. Los documentábamos para que sirviera la visa como protección ante la policía francesa.

“Decían «yo voy a México». Y ya no se les molestaba, considerando que dejaban de ser un problema policiaco. Además, así se les facilitaba la salida, la acción de liberación de sus respectivos países. Se mandó, por ejemplo, gente muy importante a Italia, como Luigi Longo, del Partido Comunista, y otros más.

“Una tarde, documentamos con el ministro Rodríguez unos cincuenta italianos que salieron para la guerra de liberación de su patria. Documentamos a los que llegaron a ser después figuras prominentes en la guerra de Yugoslavia, menos a Tito, que no pasó por Francia. En algunos casos aprovechamos los canales de la inteligencia inglesa y de los patriotas de la Resistencia.

“Lo mismo los austriacos y algunos alemanes que prefirieron quedarse. No aceptaban venir a México. Tomaron parte en la guerra de liberación francesa, se fueron a los maquís. Lo mismo pasó con refugiados de otras nacionalidades.

«Nos vamos a quedar—decían—, nuestro deber es la lucha acá, la lucha a muerte, vamos a quedarnos a luchar y a morir en nuestros países para liberarnos del dominio alemán».

Era otro tiempo y habían condiciones de beligerancia casi planetaria, pero un ingrediente no ha cambiado: el pensamiento fascista como fuente de la desgracia, ante lo cual todos debemos oponernos, sea en Siria o en cualquier otra parte.

ESPECIALMENTE

Ya se delinean zonas especiales de desarrollo económico. Ya se trazan planes para delimitar cinco áreas también especiales para subdividir los campos educativos nacionales. De seguir así las cosas pronto tendremos superpuesto a este país un país especial.

PARTIDOS

La disyuntiva entre financiar a los partidos políticos o fatalmente acercarlos a fuentes extrañas de financiamiento, es falsa. Fiscalmente se puede saber de dónde proviene cada peso. En ese sentido Aristóteles Núñez, el cerebro del SAT podría hacer mucho por el sistema electoral. El cruce información, facturas y gastos y la bancarización de todos sus operaciones (hasta la compra de tortas o el pago de matracas) sería un camino implacable.

Como con cualquier mafia: follow the money…

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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