Nadie lo ha explicado todavía porque de seguro sería necesario un profundo tratadista experto en relaciones sadomasoquistas, patológicas codependencias o reacciones como las del síndrome de Estocolmo, pero la actitud del actual gobierno estadunidense choca frontalmente no con la visión tradicional de los gringos hacia los mexicanos (desprecio, superioridad) sino con el anhelo mexicano de ser un gringo así sea de segunda categoría.
El éxito mexicano, en contra de la falsamente pregonada fortaleza cultural de México frente a toda adversidad habida o por haber, consiste en ser o más parecido a un habitante de Nueva York. Y si no se puede, pues de perdida en San Antonio, Dallas o Miami. La opulencia inmobiliaria le fue dando espacio a otras, latitudes. El éxito no es una casa en Las Lomas, otra en Cuernavaca, una en Acapulco y otra en Cancún.
Ahora la buena vida se prueba con el departamento en Miami, sede de la “nueva Latinoamérica”, esa cuyos cimientos de nueva tierra prometida lo abrieron los cubanos del exilio, los venezolanos del petróleo y los centroamericanos del despojo.
El “neoriquismo” anheloso, sustituyó a la casta pulquera por la clase terrateniente en los Estados Unidos, como si de manera hormigueante e inconsciente, quisiéramos recuperar las tierras perdidas en la guerra del siglo XIX. De piso en piso, de “condo en condo”.
Todo esto no demuestra nada sino la vigencia de aquel chiste de las pasadas elecciones y la manera cómo piensa la burguesía, la pequeña burguesía nacional. Y perdón por el término tan “setentero”.
Dos “pirrurris” o “mirreyes” esperan el triunfo de López Obrador pues sus padres les han dicho, si eso sucede, nos vamos a vivir a Miami.
1.- “(SE).- El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, tiene una vida de lujos en Estados Unidos, con gastos que incluyen la renta de una casa en Atlanta, el pago de tres colegiaturas en una de las escuelas privadas más exclusivas del área y viajes semanales para estar con su esposa e hijos.
“No son lujos. Es una oportunidad (en México no las hay, ¿verdad?) que a mí me dieron mis padres y yo se la quiero dar a mis hijos”, respondió Anaya Cortés, y confirmó que su familia se encuentra en Estados Unidos desde agosto de 2015 y que paga renta, colegiaturas, gastos de manutención y pasajes de avión…
“…La erogación por la renta de la vivienda, colegiaturas y gastos en esa zona se calcula en al menos 231 mil dólares al año, equivalentes a 4.5 millones de pesos.
“Anaya confirmó que renta la casa en Atlanta por la que dice pagar tres mil 500 dólares al mes, es decir, 67 mil 900 pesos. Por un año representa una erogación de 814 mil 800 pesos.
“Explica que sus tres hijos van a la escuela High Meadows School, y dijo pagar alrededor de 80 mil pesos mensuales, un total de 960 mil pesos al año por las tres colegiaturas”.
2.- (SE).- La política mexicana Alejandra Barrales, presidenta del partido de la Revolución Democrática (PRD), había mantenido lejos del conocimiento público que es dueña de un departamento de 990,000 dólares en Miami hasta el pasado 17 de marzo…
“Barrales compró el departamento en 2015 por medio de una preventa y pagó un anticipo de 693,000 dólares en el lapso de siete meses”.
Y si de robar se trata, una reliquia del gringuísimo “Superbowl”.
Haber si les alcanza el tiempo antes que Trump les quite la visa porque el suceso que esperan cada vez se veas nitido