Conforme pasan los días la situación del Partido Acción Nacional se parece más a una trampa lodosa, esa formación profunda conocida como arena movediza. Mientras más se mueve quien cae en ella, más se hunde.
Después de la estrepitosa derrota electoral, cuando no supieron cómo reaccionar sino mediante un hipócrita e insuficiente ejercicio de reflexión (en realidad un tardío e inconsecuente reparto de culpas sin castigo), cuya utilidad se le untó al queso de su fracaso, no tuvieron la fuerza suficiente para otra cosa como no fuera colgarse de las pretéritas y poco ciertas glorias de antaño y presentarse como los promotores de la democracia y no como los reales destructores de la confianza.
Lo más notable es como en el PAN (y en eso se parece a todos los partidos políticos del mundo, justo es decirlo) opera la ley mafiosa de la “Omertá”; es decir, el silencio como exigencia militante. Cada quien se queja en privado pero defiende en público.
Los panistas con quienes he hablado recientemente me confirman muchas cosas cuya existencia se advierte nada más mediante la vista exterior: Felipa Calderón destruyó al partido. Lo quiso hacer una herramienta de su propiedad y para su conveniencia, y mientras tal afán desplegaba nadie le dijo ni pío.
La larga lista de las imposiciones y la carrera frenética tras el dinero en cualquiera de sus posiciones, sustituyeron o crearon, según se quiera ver, la ideología de pureza democrática con cuya invocación y emblema llegaron al poder. Bueno, llegaron al no poder.
Como un ejemplo, en cien días Enrique Peña les probó la amplitud de las facultades ejecutivas y les enseñó cómo se hace política con el mango y la sartén.
Pero la ruina panista no consiste en haber fracasado en el ejercicio público, consiste en mirarse cara a cara y no hallar un solo militante notable, capaz de sacarlos de la postración. Y cuando no saben hacia dónde mirar; ya hay quien piensa llamar de nuevo a Felipe Calderón para hundiré más en las arenas inestables.
El sainete de asamblea del domingo anterior es para la carcajada. Logran un avance democrático en la designación de su dirigencia y no hay siquiera quórum para aprobarla en definitiva, a pesar de haber tomado “providencias” para modificar el registro de los delegados con el pretexto de la lejanía de sus puntos de origen, como si no hubieran podido sacarlos un día antes.
Si alguien me puede dar una mejor muestra del ridículo y su desmesura, yo se lo voy a agradecer. Es comprar cada vez un circo y ver el gigantismo de los enanos. Y a veces ni eso.
MISTERIO
La comitiva del presidente Enrique Peña tuvo una nota misteriosa. Al menos para quienes no entendemos ciertas sutilezas. José Meade, secretario de Relaciones Exteriores, estaba ahí con justificada y sobrada necesidad; David López, pues obviamente debía operar con los medios nacionales y extranjeros, pero ¿el secretario de Hacienda, Luis Videgaray? Como no haya ido para auxiliar a la banca vaticana en su considerable crisis, no se mira el motivo a golpe de vista. Revisemos esta información:
“Las finanzas de la Santa Sede están en el centro de la disputa por la Cátedra de San Pedro, ante los desafíos que plantean los números rojos en sus cuentas y las nuevas medidas contra el reciclado de dinero que debe aplicar la banca vaticana para adecuarse a las reglas internacionales en esta materia”, decía “Infolliteras” al iniciarse el cónclave.
“En efecto. El Vaticano presenta números rojos en los últimos tres años y se hunde cada vez más, es decir, el pasivo está creciendo, dice el vaticanista romano, Francesco Peloso, quien puntualiza que esto representa un problema enorme para la Santa Sede ya que el dinero que llega a las arcas del Vaticano (en efectivo y en diversas divisas) financia a la Iglesia Universal.
“Esto es un problema vinculado a cómo está caminando la Iglesia en todo el mundo. A esto hay que añadir la crisis del IOR (Instituto de Obras de Religiòn o banca vaticana), explica Francesco Peloso.
“La crisis del IOR se explica porque la Unión Europea y los organismos internacionales contra el reciclado de dinero sucio en los últimos 3 años han impuesto al Vaticano adecuarse a los estándares internacionales en materia de lucha al lavado de dinero”, señala el vaticanista y escritor italiano”.
MORENA
Si el gobierno logra presentar en bloque la iniciativa de reforma energética como lo hizo con la de Telecomunicaciones amparada por el Pacto por México, la condición minoritaria, muy minoritaria de los “morenos” producirá dos efectos.
Uno, la agudización de su postura y por otra parte la evidencia de su pequeñez frente al conjunto de todas las demás fuerzas políticas.
Pero como dijo la recién casada, el tamaño no importa. La estridencia de sus protestas será cosa de escándalo. Y dará para rato, para mucho rato en el país donde los machetes impidieron un aeropuerto y la tolerancia ante el sabotaje se probó desde el primero de diciembre.
