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Una molestia que se prolongó por dos años se complicó al grado de impedir cualquier actividad y presentar problemas para respirar

Luis Alberto minimizó una molestia que comenzó a sentir en la parrilla costal (huesos que envuelven la parte superior del cuerpo y que protege las vísceras que envuelven) y dejó pasar el tiempo hasta que después de dos años se alarmó, al percatarse que de su cuerpo brotaba una protuberancia que le colapsaba el pulmón y comprimía el pericardio. Acudió al médico donde le fue detectado que se trataba de un tumor maligno que era urgente extirpar para no poner en peligro la vida. Después de estudios rigurosos este paciente fue intervenido quirúrgicamente por especialistas de un Hospital del IMSS en Veracruz, que de manera satisfactoria le extirparon un tumor de 25 por 28 centímetros y con 13 kilos de peso.

Luis Alberto señala después de la exitosa operación a la que fue sometido que dejó a la desidia la molestia que sentía y le restó importancia, refiere que detectó la protuberancia hace dos años, pero no sentía ninguna molestia y lo fue dejando hasta que comenzó a sentir mucho dolor y problemas para respirar, síntomas que lo incapacitaban para realizar sus actividades; así que buscó atención médica privada; sin embargo, por las dimensiones del tumor le dijeron que no era posible quitarlo, y por ello acudió al IMSS.

“En el Seguro Social, desde el primer momento recibí muy buena atención, me mandaron con Neumología, Cardiocirugía y a Oncología Quirúrgica; se detectó que se trataba de un tumor maligno de aproximadamente cinco años”, comentó.

El caso fue revisado y analizado por especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), del Hospital de Especialidades No. 14 del Centro Médico Nacional (CMN) “Adolfo Ruíz Cortines” y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte.

“El caso de Luis Alberto fue referido a nosotros por el Hospital General de Zona (HGZ) No. 71, por ser un caso de una alta complejidad. Se trataba de un condrosarcoma originado en la parrilla costal y que envolvía prácticamente todo el hemitórax derecho, colapsaba el pulmón y comprimía de manera progresiva el pericardio y el pulmón contralateral, comprometiendo, en el corto plazo, la vida del paciente”, indicó el doctor Carlos Alberto Yoldi Aguirre, cirujano oncólogo y uno de los especialistas que intervino en la operación.

El especialista destacó que debido a la extensión tumoral y por la prioridad para tener que reconstruir la pared torácica, se tomó el caso en esta unidad de tercer nivel, ya que requería de un equipo multidisciplinario, por una parte cirugía oncológica, para la resección del tumor y de unos segmentos del lóbulo medio pulmonar, con la preservación de las demás estructuras; también participó cirugía cardiotorácica para la reconstrucción de la pared torácica y cirugía plástica y reconstructiva para cubrir el área.

Al respecto, el cirujano plástico y reconstructivo, Andrés Torres Zamudio, subrayó que “posterior a la resección por parte de Oncología Quirúrgica, se realizó la reconstrucción, para ello, se utilizaron dos músculos, el pectoral mayor y el dorsal ancho. La evolución del paciente fue satisfactoria, por lo que se egresó del hospital”.

Después del estudio de rigor al que se sometió al paciente, se procedió con la cirugía que llevó varias horas y en la que se extrajo el tumor de 25 por 28 centímetros y 13 kilos de peso, debido a que al ser un condrosarcoma está compuesto principalmente de hueso y cartílago, por lo que para retirarlo fue necesario quitar cuatro arcos costales del hemitórax (presencia de sangre en la cavidad pleural, es decir, entre la pared torácica y el pulmón) para reconstruir con barras metálicas para que el tórax no quedara inestable.

Sobre esta intervención quirúrgica, el cirujano oncólogo Yoldi Aguirre explicó que el paciente permaneció dos días en terapia intensiva y después una semana en hospitalización, dado el procedimiento tan invasivo; sin embargo, la evolución fue satisfactoria, por lo que al momento de su dada de alta del hospital salió caminando por su propio pie, con mínimas molestias y restitución de la función pulmonar derecha y descompresión del pericardio y del pulmón izquierdo.

Finalmente, el oncólogo quirúrgico enfatizó que ante cualquier síntoma de alarma o protuberancia, se debe acudir a su Unidad de Medicina Familiar para ser canalizado con un especialista, ya que el manejo oncológico es mucho mejor si se detecta a tiempo.

Imagen/IMSS