Instituto Electoral del Estado de México

Se abre esta tarde el periodo ordinario de sesiones de la LXIII Legislatura del Congreso nacional. Si en la parte del Senado todo será liso y claro como una pista de patinaje en hielo, en San Lázaro se va a dar una batalla feroz de resultados hasta ahora desconocidos sobre todo por cuanto hace a la elaboración de un presupuesto crítico llamado de “base cero”.

Los especialistas dicen:

“… El presupuesto –en principio– será menor en 135 mil millones de pesos al de este año y habrá sido construido con una metodología base cero.

“De acuerdo con Bank of America Merrill Lynch, un entorno externo desfavorable podría conducir al gobierno federal a reducir su gasto en 9 por ciento en términos reales en el segundo semestre de 2015, y en más de 2 por ciento del PIB para finales de 2016…”

Por otra parte “el gasto total del sector público aumentó 7.4 por ciento anual real en el primer semestre de 2015, antes de las elecciones federales y locales de junio.

Si se compara el gasto del 2015 y se disminuye el recorte anunciado por el gobierno para este año, menos las erogaciones ya ejercidas, entonces el gasto del gobierno necesita contraerse en un 9 por ciento interanual en términos reales desde la segunda mitad del año”.

La metodología “Base Cero”, aplicable al presupuesto por primera vez a partir de 2016 y radica en la justificación anual a partir de cero, de toda asignación de fondo, sobre la base de su costo y su beneficio. Tecnocracia pura, pues.

“Diseñar un presupuesto base cero, de acuerdo con teóricos como Peter A. Pyhrr, Peter Sarant y José Barea (Dice El Financiero), radica en que cada unidad decisoria, en este caso cada organismo federal, justifique con detalle la totalidad de sus necesidades para todo el año con objetivos y metas definidas. También identifica métodos alternativos y eficientes en el empleo de recursos limitados para lograr las metas.

“Para que esto se logre, la información debe compilarse en documentos llamados “Paquetes de decisión”, que se evalúan, clasifican y priorizan a través de un análisis costo-beneficio. Al final de la evaluación, se asignan los recursos”.

En este sentido algunos programas cuya rentabilidad no se puede medir en pesos y centavos, serán desplazados o eliminados o reducidos notablemente.

El 1 de julio, Hacienda presentó una reestructura programática que llevó a una reducción de 304 a 99 programas.

Pero hay cosas en el presupuesto imposibles de evitar. El 73 por ciento de los 3.2 billones disponibles, se fueron en servicios, pensiones, sueldos, jubilaciones, transferencias; otro 5.29 por ciento en gastos modificables y encima de todo eso el desastre de pagos y programas compro9metidos de antemano0p. No queda mucho para dónde hacerse.

Y sin déficit sin más impuestos, sin ingresos petroleros o de otro tipo, pues el cinturón ya no tiene espacio para más agujeritos.

Sin embargo no se debe considerar este presupuesto como una herramienta contra la crisis. México no está en una crisis, como, pudo ser en otros años, por ejemplo en el arribo de Zedillo al poder. La situación es crítica.

PEMEX

Diez días quedan para terminar el aplazado Contrato Colectivo de trabajo entre PEMEX y su sindicato.

–¿Qué falta?, se le pregunta a Carlos Romero Deschamps.

–Nada, nomás que se pongan a mano…

DAVID

El diputado David López fue designado por sus compañeros coordinador de los legisladores de Sinaloa. Algunos lo ven como otro pasito para una posible candidatura… ¿será?

BANDERAS

Nadie sabe de dónde salen. Irrumpen por las calles con el garbo de su vuelo simple. Son las miles y miles de banderas de septiembre con las cuales deberíamos engalanar nuestras casas, los autos y hasta las “narcocamionetas”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

Deja una respuesta