Instituto Electoral del Estado de México

En el arranque formal de la campaña política a la presidencia de la República todo México vio dos versiones del quehacer político. A la media noche de este viernes una de las candidatas mostró su vena creativa y valiente y se fue a Fresnillo, Zacatecas seguro que con chaleco antibalas puesto o la bendición de Dios y por la tarde, la otra candidata enseñó su recio músculo, producto del poder político y del dinero. Mucho dinero.  

En la tarde del inicio de campaña Claudia Sheinbaum fue testigo desde el escenario que las masas reventaron el Zócalo capitalino, espacio público que en sus buenos momentos de la CTM su líder Fidel Velázquez decía que cabían un millón o millón y medio de sus agremiados, los obreros. Pero ahora la candidata de MORENA fue más reservada y unos días antes dijo que metería a ese espacio a 500 mil de sus seguidores. O más. No dijo de cuánto sería la inversión.  

El regreso de las masas

En su llegada al Zócalo capitalino las masas ya no se enteraron si llegaron solas o alguien las llevó; Gustavo Le Bon dice que los sujetos al ir fundidos en la masa pierden conciencia de sí mismos. Se pierden en la masa no le hace que lleven un banderín, una gorra, una playera, una mochila, el libro de “¡Gracias!” o un amlito o una lona de color guinda el color de MORENA o miren arriba, sobre la avenida Pino Suárez lonas con la leyenda “Guerrero con Claudia”.  

Son una, dos, tres, cuatro., cinco… colgadas de barandales o herrería de ventanas que atraviezan de acera a acera. Ojalá esa hechura y puesta de lonas haya sido pagada con el dinero de las masas que seguro han perdido el pudor o peor con dinero del erario público o triplemente peor con dinero mal habido “unos cuates llegaron ayer en la noche en un coche y pidieron permiso para colgarlas a cambio nos dieron mil pesos en cada balcón”.

Quizá Claudia no se dio cuenta o alguien se lo dijo que toda la mañana y parte de la tarde el espacio había sido ocupado por la voz en off del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, quien hablaba y hablaba y hablaba desde su púlpito a las masas que previo pase de lista iban accediendo a esa


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plaza pública que ahora sí lucia el lábaro patrio del  pueblo bueno, no le hace que sea la bandera de todos los mexicanos.  

El presidente arengaba, oraba, reiteraba, retaba y se dejaba venir y regresaba e incluso teorizaba y reclamaba, echaba en cara “de la izquierda conceptual o teórica” y remataba como obispo bien portado que para ser de izquierda hay que “ ser correctos y tener buenos sentimientos… En política como en el domino hay que echarse para adelante… “.  

Se lanzó contra la oposición, contra el neoliberalismo, los conservadores, la prensa corrupta y habló sin rubor alguno de su lucha contra la corrupción… Todo antes de que la candidata de MORENA llegará y sintiera que ese escenario le pertenecía. Pues si para ella era la fiesta.

“¡¡México, México, México…!!”

En la apertura de las campañas al primer minuto de esté viernes la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD), Xochitl Gálvez, pintó mano y salió a la pista con el pie derecho. No juntó a las multitudes pero encabezo una velada por los desaparecidos en México. Se le vio con su veladora en mano y echada para adelante, muy para adelante.  

Sus seguidores que no fueron un chingo pero sí un xingo corearon convencidos el nombre de México y el de “¡¡Xóchitl presidenta…!!”. Lo hicieron a la medianoche en el municipio de Fresnillo, Zacatecas, donde sus un poco más de 250 mil habitantes se meten a sus casas desde temprana hora debido a la inseguridad que los tiene capturados desde hace muchos meses atrás.  

Ante sus seguidores asomó alguito de sus propuestas en materia de seguridad; entre otros prometió que de llegar a la presidencia impulsara que los gobiernos locales tengan mayores atribuciones en materia de seguridad. En un municipio tan golpeado como Fresnillo sus seguidores recibieron sus propuestas con esperanza. Sin duda ese será su máximo bono con el que cruzará el país en campaña política.  

Por la tarde se fue a Irapuato, donde igual, el espíritu fresa de sus pobladores está capturado por los delincuentes.  

“¿Ya se apuntaron… ya se apuntaron…?”

A las 1 de la tarde una mujer va de rueda en rueda de colonos que han llegado a bordo de camiones a la explanada Pino Suárez, salida de la estación del Metro del mismo nombre. Les dice que hay que anotarse a unos en la lista de los que llegaron a las 11 y los que llegaron a las 12 en la otra lista. Los papeles blancos con alrededor de 30 líneas por hoja son llevados por otra mujer que extiende tabla y bolígrafo a los que en un momento se integraran en la masa que le  aplaudirá sin condiciones a Claudia Sheinbaum. Es más, ya la sienten su presidenta.  


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Para donde uno camine en las calles aledañas al Zócalo los autobuses, camionetas de redilas, microbuses y demás, lucen estacionados a la espera de que los morenos regresen de su evento de apoyo. Son parte del rubor que se perdió entre la masa, incluso hay vehículos oficiales que se han unido a la campaña. Una pequeña muestra es el autobús con placa 4-MNR-62 que llegó del estado de Oaxaca y cuyo propietario es el H. Ayuntamiento de la Villa de Zaachila “Gobierno para todos” 2022-2024. Es oficial pero anda en campaña y no le hace pues el fin es noble. O eso creen los morenos.

Los brigadistas  

Sobre las calles caminan orgullosas y orgullosos los batallones en chaleco guinda que darán la batalla por el voto para Claudia Sheinbaum. En ese chaleco que se ha hecho muy famoso en el actual gobierno de MORENA se ve el perfil de la candidata envuelto en un círculo y la leyenda “Brigadista ¿Te puedo ayudar?”. Uno de ellos radio en mano le dice a alguien del otro lado “ahí te van 200 más…”.  

La palabra más la dice sin emoción, como si se refiriera a sujetos que ya no son nadie y que solo serán parte de la masa que coreara en la plaza pública el nombre del presidente y en segundo término, solo en segundo término el nombre de “¡¡Claudia presidenta, Claudia presidenta…!!”. Lo corearan las veces que sus líderes más cercanos lo ordenen y al final o antes del final, como el reportero lo pudo atestiguar llenarán los vagones del Metro para regresar a sus colonias, al fin que sus líderes ya los habían visto y al fin que ya habían pasado la consabida lista.  

En todas las boca calles  que llegan a la plaza política entra la masa llegada o llevada de todas partes del país: Guerrero, Chiapas, Ecatepec, Puebla, Nezahualcóyotl, Colima… y todo lo van viendo en el camino a través de decenas de pantallas gigantes que antes de las 4 de la tarde solo reproducen la voz del inquilino de Palacio Nacional. Los brigadistas con megáfono en mano les dan la bienvenida en las esquinas, los conducen, los apapachan, les celebran que hayan venido o los hayan traído al fin que en política no hay acarreo sin interés alguno.  

Las frases que las masas llevan inscritas en mantas o pancartas pretenden abarcar el infinito, por ejemplo “Todo Ecatepec con Claudia Sheinbaum” o “La ciudad que soñamos, Claudia y Clara” o “Sin educación no hay transformación” o las frases que causan una sonrisa pues pretenden revivir muertos “Preparatoria Popular Tacuba” y la cara del Che.  

En eso de los símbolos la masa de los morenos llegó orgullosa con ellos al Zócalo: las banderas rojas, las estrellas rojas, la cara del Che o el himno aquel de “Venceremos”. Sí, símbolos de cuando la izquierda era de izquierda. Hoy los


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de MORENA y sus muestras de apoyo no dicen nada aunque en sus gorras o playeras lleven el nombre de Claudia Sheinbaum. ¿A quién festejan?  

Zona VIP

Entre ellos mismos las clases sociales aún existen. En la zona VIP del Zócalo cerca del escenario los líderes de esas masas: políticos en funciones, aspirantes a serlo y líderes que esperan turno se regodearon cerca de su candidata, se tomaron la selfi y compitieron entre sí para lanzar su mejor sonrisa y ser vistos por ella. El futuro podría premiarlos si es que acaso llevaron al Zócalo la cuota de agremiados qué les fue solicitada.  

Por ejemplo un delegado de la Sección 10 del SNTE confío al reportero que su líder les pidió a cada uno vía mensajes de wattsaap llevar al Zócalo a 50 de sus agremiados. Esa fue la cuota en esta sección. En otras fue mayor como en la Sección 9 del mismo sindicato magisterial o más como sucedió con los agremiados del Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México y su sigla política de SUMA.  

Al fin en campaña la candidata prometió, prometió y prometió en su Proyecto de Nación, todo. Por ejemplo el respeto a los derechos humanos y la libertad de expresión y que aumentará la pensión a mujeres de 60 años. Dijo que en México solo hay dos caminos: uno que regrese (en un leve equivoco dijo que siga) la corrupción y el otro, que siga la transformación. Y en su evento donde la masa le aplaudió a rabiar dijo que ya se siente la esperanza y la transformación. Así lo dijo, y lo que viene…