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Deanna Marie Gerads era enlace de los “Chapitos” para distribución de metanfetamina, cocaína y fentanilo a Minnesota, Dakota del Norte y del Sur, Nebraska y Wisconsin

La Agencia Antidrogas (DEA) calificó al Cártel de Sinaloa como la organización criminal más grande del mundo y es que, entre sus filas no sólo figuran mexicanos, sino narcotraficantes de varias partes del mundo, entre ellos profesionistas que tentados por grandes sumas de dinero y lujos fueron enganchados para cumplir funciones desde narcomenudistas hasta abogados defensores de capos detenidos por lavado de dinero o por venta de droga en grandes cantidades.

Recientemente una ciudadana estadounidense identificada como Deanna Marie Gerads, de 33 años, residente en Freeport, en Dakota del Norte, luego de ser detenida en posesión de drogas, se declaró culpable de cargos de conspiración para distribuir y poseer sustancias controladas, según información de la televisora Kare 11, filial de la cadena NBC.

La mujer fue identificada por las autoridades estadounidenses como parte del Cártel de Sinaloa, actualmente dirigido por los Chapitos”, hijos del “Chapo” Guzmán, pres en una cárcel de máxima seguridad en EU.

Gerads se encontraba en Cuernavaca, Morelos al momento de su captura, lo que se registró en agosto de 2023, y en ese momento llevaba un año en la lista de fugitivos por cargos de tráfico de narcóticos desde Dakota del Norte.

Tras un breve tiempo la mujer fue deportada a Estados Unidos por las autoridades mexicanas, quienes la entregaron a personal del Buró Federal de Investigaciones (FBI), en la frontera de Texas, según reportó el periódico “La Opinión” de Los Ángeles.

Una acusación formal señala que Gerads y 11 coacusados más dirigieron una operación de drogas desde 2019, en la cual importaban metanfetamina, cocaína y fentanilo a Minnesota, Dakota del Norte y del Sur, Nebraska y Wisconsin.

De acuerdo con los fiscales que presentaron la denuncia contra la mujer, al momento del arresto de Gerads y otros sospechosos de trabajar para el Cártel de Sinaloa, éstos recibían sustancias controladas directamente del grupo criminal en México y las importaban al Medio Oeste de EU para su distribución.

En la acusación se asienta que quienes estuvieron detrás de la operación utilizaron la violencia o la amenaza de violencia para garantizar el pago de las drogas y ocultar sus actividades ilegales.

El caso de Gerards forma parte de la “Operación Asuntos pendientes II”, una investigación del Grupo de Trabajo contra el Crimen Organizado y el Control de Drogas (OCDETF) sobre el tráfico internacional de metanfetamina, cocaína y fentanilo.

Por esta operación han sido acusadas 18 personas, incluidas Macalla Knott (la líder del grupo criminal para el que trabajaba Gerards) y Melanie Quick, ambas de St. Cloud.