Con recursos limitados, en contraste con Morena, el Frente Amplio por México realizó el primer esfuerzo serio por implantar el esquema de elecciones primarias; las conclusiones de esta etapa son interesantes. Gálvez es ya la coordinadora del proyecto de oposición más robusto de nuestra historia en democracia
Vamos a recordar este agosto. Días largos en un mes corto. El Frente Amplio por México apostó por un proceso con participación ciudadana, donde los partidos, el PRI, PAN y PRD, permitieron que la selección de quien encabezará los trabajos para el 2024 fuera democrática.
La sociedad civil es clave en esta historia. El empeño del Frente Cívico, Unidos, Sí por México, Poder Ciudadano, Sociedad Civil México, entre otras organizaciones, resultó crucial para cambiar la lógica de las designaciones y dotarlas de mayor legitimidad.
Es más, lo que está haciendo el Frente Amplio, es el primer esfuerzo serio para implantar el esquema de elecciones primarias, algo en lo que se tendrá que avanzar en los próximos meses y años, inclusive a nivel legislativo, para institucionalizarlas, como ocurre en otros países.
Un dato adicional, es que todo se hizo con recursos limitados, sin gastos extravagantes. Ahí hay un contraste con lo que ocurre en Morena, donde el INE acaba de contabilizar que Adán Augusto López Hernández utilizó 437 anuncios espectaculares, Claudia Sheinbaum 125 y Marcelo Ebrard 107. Lo curioso es que cada uno de ellos argumenta, de modo irrisorio, que no sabe quién contrata semejante publicidad, por no hablar de las denuncias sobre uso recursos públicos que ellos mismos han hecho.
Por eso en el Frente Amplio se tenía que actuar distinto y así se hizo. Es un hecho comprobable.
Las últimas semanas resultaron intensas en las que dos personalidades, Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes buscaron adhesiones e hicieron planteamientos en seis foros, uno nacional y cinco regionales, en el primero acompañadas por Enrique de la Madrid y por Santiago Creel y en el segundo ya solo por el expresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, quien declinó a sus aspiraciones luego de la reunión de Durango.
La audiencia superó al millón de personas en las transmisiones que hicieron partidos y organizaciones sociales.
Una vez concluidos los encuentros, el propósito era el de realizar una consulta a los ciudadanos que previamente se registraron. El padrón, nada despreciable, llegó a los 2 millones 297 mil 529 ciudadanos que acudirían a los mil 161 centros en los que se instalarían un total de 2 mil 499 mesas para expresar las simpatías.
El esfuerzo del Comité de Organización hay que catalogarlo de notable. En tan solo dos meses, ya que iniciaron los trabajos en julio, lograron la instalación de 32 órganos estatales, mayoritariamente integrados por representantes de la sociedad civil.
Es decir, el Frente Amplio estaba preparado para la jornada del domingo 3 de septiembre. Es erróneo sostener que falló la organización, cuando en realidad estuvo funcionando hasta el último momento.
Pero la política es sorpresa y circunstancia. Las encuestas, que se dieron a conocer antes del plazo definido, por petición de los tres partidos, mostraron una clara ventaja en favor de Xóchitl Gálvez. Esto propició que Beatriz Paredes ya no continuara para la siguiente fase.
Por ello se tomó la decisión de ya no prorrogar el plan trazado en un principio. Si bien se perdió la oportunidad de llevar a cabo una jornada ciudadana en la que se habrían expresado con claridad los respaldos para las contendientes, se optó por una salida práctica.
Las conclusiones de esta etapa son interesantes. Gálvez es ya la coordinadora del proyecto de oposición más robusto de nuestra historia en democracia.
Será la candidata del PRI a la presidencia de la República, la primera mujer en serlo y además como externa. Para el PAN es también un logro porque contarán con posibilidades de construir una campaña fresca, que muestre que el futuro no puede ser el de la vuelta destructiva al pasado, como está ocurriendo ahora.
Y el PRD abanderará a una aspirante con la que tiene muchas convergencias, porque Gálvez suele estar a la izquierda en algunos de los temas más álgidos.
La sociedad civil, por su parte, se puede sentir satisfecha de este primer tramo, aunque todavía venga lo más difícil, la resistencia de los próximos meses, en las que habrá presiones de todo tipo y el horizonte de una elección que será de Estado.
¿Qué todo no es como se hubiera querido o imaginado? La memoria es engañosa, y por ello conviene recordar cómo era el escenario al arranque del año, donde no se vislumbraban posibilidades de competencia, para tener una valoración precisa de lo avanzado.