Instituto Electoral del Estado de México

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Hoy a muy temprana hora y por convocatoria de Televisa, será presentada en el ex convento de San Hipólito, santo patrono de la ciudad de México, por cierto, la “Iniciativa México”, ceremonia al parecer un poco tardía pues el primero de sus productos, su primera criatura, ha salido al aire desde hace varios días con muy poca fortuna si se toman en cuenta los fines propuestos.

La aparición de Javier Aguirre con una perorata cursi y falsamente en enjundiosa, con el Paseo de la Reforma y las alturas de la victoria de la Independencia como escenografía de comercial, ha sido rechazada por una buena cantidad del público debido a la incongruencia de un propagandista cuyas palabras contrastan con su implacable (y además certero diagnóstico de la jodidez nacional cuando habla a la prensa extranjera con los ojos puestos en la Madre Patria. Quizá no tenga otra.

Pero como ya todos sabemos esos detalles y conocemos la naturaleza mercenaria del “Vasco” y las alianzas por las cuales llegó y se sostiene en el cargo, pasemos a un asunto de mayor importancia: la validez de la propaganda. No de esta, de cualquiera.

La Iniciativa México es un empeño de promoción muy parecido a los de tiempos anteriores. En ese sentido tenemos (entre otras inutilidades) al Consejo de la Comunicación el cual a través de la “Voz de las Empresas”, nos quiere decir abrir los ojos a la buena conducta ciudadana, al civismo sin papeles tirados en la calle y nos pregunta como tantos otros, ¿y tú qué haces por México? ¿Yo?, diría el de a pie, pagar impuestos, no como otros.

Sin embargo muchos creen en lo conveniente y lo necesario de estimular los aspectos positivos de la vida y decirles a todos cómo cantan los pajaritos en la rama del árbol.

La única pregunta es si la realidad depende de la imagen en los medios o ésta debiera reflejar nada más la realidad. Durante años un periódico ya desaparecido nos endilgó la teoría del vaso medio lleno y el vaso medio vacío. Al final uno de sus dueños terminó medio en el bote, medio afuera de la cárcel.

No vamos ahora a insistir en la falsedad del optimismo mediático del gobierno de Vicente Fox y su arenga recaudadora de “Vamos México”.

La “Iniciativa México” es un intento de equilibrar la información (como en India, “Lead India” –premio de publicidad en Cannes, 2008–, o como en España “estoloresolvemostodos.com”) y en ese sentido debe ser bienvenida o al menos admitida como ensayo conveniente.

Como se desarrolle este propósito es cosa del porvenir.

Lo veremos y también la coincidencia de verlo nacer en medio de la euforia del mundial (con los máximos índices de audiencia del año) y en plena etapa de campañas políticas para renovar tantos gobiernos estatales, congresos y presidencias municipales en buena parte del país como preludio del futuro cercano, con un riesgo real de pérdida del poder para el partido en Los Pinos.

Una pregunta oportuna, cuya respuesta se verá automáticamente muy pronto es; ¿a quién le beneficia esta iniciativa? ¿A México, al gobierno de México o al pueblo de México? Veremos.

Por mi parte le agradezco a quien me invitó esta mañana a San Hipólito. Estaré ahí para escuchar y si se puede, entender, con la misma actitud de cuando voy a un Bar Mitzvah o entro a una mezquita. Ajeno, libre y respetuoso.

OTRA PROPAGANDA

Advierte Manlio Fabio Beltrones del uso electoral de los programas sociales del gobierno y la desaforada propaganda en vísperas electorales.

“Es lamentable que pese a la experiencia electoral todavía reciente, el Ejecutivo Federal se empeñe en intervenir en las campañas políticas, mediante el uso de recursos públicos en gastos de publicidad y el condicionamiento partidista de los beneficios de los programas sociales. Sería recomendable que se abstuviera”.

Y en ello incluye la gasolina: esta medida (la cancelación repentina del aumento) corrige el error de los últimos cinco meses, como veníamos exigiendo desde diciembre pasado. Es bienvenida esta cancelación pero no le quita la intención electorera que se suma al uso de los programas sociales”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona