Este martes se anunció que el taller de zapatas delñ Metro fue renovado finalmente. Esto, que seguramente no despierta inicialmente mucho interés en los usuarios, significa que en el Sistema de TransporteColectivo debería dejar de haber las constantes humaredas que se han vivido, en prácticamente todas la líneas, y que eran debidas a las malas condiciones del sistema de frenado al que pertenecen las zapatas, la pieza que fricciona y frena las llantas.
Según anunció Martí Batres, el morenista que sustituyó a Claudia Sheinbaum, las nuevas instalaciones en los talleres de Ticomán quedaron listas y en capacidad de fabricar 600 zapatas al día, una cifra razonable para evitar que piezas que ya no sirven sigan en funcionamiento y, al prolongar la fricción contra las llantas sin lograr detenerlas, generaron durante meses las humaredas en los convoyes del metro.
La política de «austeridad» había conducido a que no hubiera repuestos para el Metro, lo que, según lo dicho por Martí, se habría revertido y se renovó el Taller Ticomán, «donde con el nuevo equipo, fabricamos más zapatas para sustituir las desgastadas, con lo que se evita la generación del humo cuando los trenes frenan». #GobernarEsTrabajar».
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